Señor Director:
El martes de la semana pasada tomé a las 19.15 mi automóvil en el centro. Al llegar a Prat con Carrera, e intentar doblar en dirección al Puente Llacolén, me encuentro con que un grupo de carabineros me lo impide. ¿La razón? Choque múltiple en el puente. El problema es que a mí y a cientos de automovilistas más no solo no nos dejaron usar el puente (razonable), sino que tampoco nos dejaron acceder a la Costanera para tomar el Juan Pablo II o el Bicentenario. Por tanto, mi única opción fue un taco eterno por Prat hacia la Vega Monumental, para tomar a esa altura la conexión rumbo al Juan Pablo II. Un viaje que terminó durando dos horas cronológicas, del Centro hasta la Villa San Pedro.
Lo más indignante fue leer al otro día al prefecto asegurando que Carabineros no ordenó ningún corte. ¿Quiere decir eso que las grandes decisiones del tránsito, que afectan a miles de automovilistas, están a merced de la decisión caprichosa e intempestiva de un suboficial, al calor del momento?_¿Es muy tonto pensar en que esas decisiones tienen que ser tomadas a un alto nivel, por gente calificada, tal vez de manera colegiada por un equipo técnico que permanente esté monitoreando nuestro sistema vial? ¡Cuántos colapsos se evitarían con buenas decisiones!
Marcos González Barahona