Carta al director

Verano de amor y odio

Por: Diario Concepción 19 de Febrero 2019

Señor Director:

Tradicionalmente, el verano supone de mi parte, en forma inevitable una serie de reflexiones inútiles y repetidas como un almanaque que presagia los hitos respecto de los cuales nos movemos. Notas pelotudas en los noticiarios que desprestigian al periodismo y las audiencias, festivales llenos de mal gusto con animadores gritones y pachanga sin límites; las mismas playas, los mismos destinos en el sur y en el norte, las mismas picadas en un Santiago hermoso sin santiaguinos, los mismos platos decorados para la foto, el exceso de datos, de alcohol coronado en una fatua algarabía; pasteles políticos haciéndose los lindos con vocerías pasajeras, circunstanciales y frívolas, pródigas en inconsistencias; el propio presidente lanzando cortinas de humo; el súbito interés popular por los vestidos de la gala, los pingos del Sporting y las películas del Óscar.

Los equipos de fútbol contratan entrenadores que nunca han entrenado, los clubes hacen su noche de color para presentar a sus paquetes; las mamás previsoras preocupadas oportunamente de los útiles escolares, los giles de siempre que empiezan a quejarse en una larga cola para la revisión técnica confesando el orgullo de ser chileno por dejar todo para el último día y la constatación que en las carreteras a los mismos giles les encante conducir por la izquierda aunque a su derecha vaya un camión a su misma velocidad.

Por suerte, y aquí viene la ya mencionada inútil reflexión, es que siempre el verano se abre a la posibilidad de satisfacer una de las más hermosas fantasías gastronómicas, cual es disfrutar de un plato de hermosas lenguas de erizo, salpicadas del fragante aroma del perejil, del crujiente sabor de la cebolla y del zumo de un limón que serpentea orgulloso cada poro exuberante de tan sabroso equinodermo nacional. Todo ello sin culpa, con siesta y buen vino para distraer el cuerpo, la conciencia y el espíritu de las más torpes rutinas veraniegas.

Rodrigo Reyes Sangermani

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