Señor Director:
Hoy lo más preocupante, decepcionante y repugnante, no es saber a estas alturas del partido si Fernanda Bachelet fue contratada por el Estado tras un debido concurso abierto o no. Eso lo deberán explicar quienes correspondan, sino que es comprobar que hasta el mismísimo día de hoy se sigue manteniendo la práctica del nepotismo, amiguismo, pitutismo y el cuoteo político para poder conseguir un buen trabajo y muy bien remunerado en el Estado y en la mayoría de las veces “sin tener muchos dedos para el piano”.
Después de haberse gastado demasiada tinta, saliva, tiempo y dinero durante la última campaña electoral presidencial para declararle una guerra a fondo a estas cuatro retrogradas practicas que tanto daño le hacen a todos chilenos, que no tienen a un familiar, a un amigo muy bien ubicado o menos pertenecen a un partido político. Claramente, estas cuatro funestas practicas son parte importante de los “nubarrones” que no permiten que hoy lleguen, de una vez los prometidos y esperados “Tiempos mejores” para la inmensa mayoría de los chilenos.
Luis Enrique Soler Milla