Señor Director:
Lo de Boric, más allá de una torpeza infantil, lo de Fernanda Bachelet, a pesar de lo grave que significan los “pitutos” directos del Presidente favoreciendo a sus amigos, las mal enfocadas polémicas respecto del “negacionismo”, son nubarrones artificiales puestos por el oficialismo, para tapar una dura realidad política que azota fuertemente al Gobierno y su sector: intentar cambiar o “torcer” una agenda que lo está erosionando. Lo grave, para los demócratas y para el país, es que quien cosecha hoy, espero sea sólo coyunturalmente, es el neofascismo criollo, que según las encuestas, va cobrando cada vez más fuerza y adeptos.
Juan Luis Castillo Moraga