Señor Director:
Sin dudas que el 2018 dejó una sensación amarga en la ciudadanía, respecto a los altos niveles de percepción de corrupción existente en las diferentes instituciones del país, principalmente golpeando a las pertenecientes al Estado. Lo cierto es que no podemos empezar un 2019 sin ser conscientes de este problema, pero no debemos quedarnos de brazos cruzados, somos ciudadanos, libres y conscientes, por ende, tenemos responsabilidades en cuanto a este tema: participación, control social, transparencia y asociatividad serán los cuadrantes que formen un empoderamiento ciudadano capaz de ser entes que vigilen a aquellos inescrupulosos que han actuado de mala fe generando esa desafección hacia las instituciones. Afortunadamente existe la sociedad civil organizada, que cumple un rol fundamental, una vía que puede ser eficaz dándole un respiro a esta sensación de corrupción y exigir a través de las variables antes expuestas al Estado realizar sus labores en pos del bien general, con ello además siendo parte de grupos podremos mejorar nuestra calidad de vida y así formar un tejido social que aun mantenga la llama de participar en los asuntos que a todos nos atañen, recordando a Jefferson; “El precio de la libertad, es la vigilancia eterna”.
Eduardo Leiva Zumelzu