Carta al director

Bío Bío y Ñuble, lecciones de 2018

Por: Diario Concepción 25 de Diciembre 2018

Señor Director:

El 2018 será uno de los años más recordados para nuestra región, ya que para bien o para mal, Bío Bío perdió definitivamente una de sus provincias más importantes. Con la salida de Ñuble, nuestra región no solo perdió un sinfín de recursos, sino también poder político y representación parlamentaria, dejándonos comparativamente en una posición mucho más débil.

Esta importante merma se vio principalmente reflejada en los Fondos de Desarrollo Regional (FNDR), los cuales con nuestra nueva realidad geográfica fueron injustamente reducidos a la mitad, aun cuando solo perdimos un cuarto de los habitantes. Esta situación se hace mucho más preocupante cuando vemos que fuimos la única región a la que no se le hizo el cálculo de sus Fondos de Desarrollo Regional basado en su población, sino se decidió un monto arbitrario por nuestra situación.

Este es solo un ejemplo de las complejidades que ha tenido que abordar nuestra región tras la salida de Ñuble, ya que la instalación de esta nueva región ha sido bajo el alero y el desmedro del Bío Bío. Al sacar conclusiones, podemos plantear que durante toda la discusión de la creación de la nueva región nadie se preocupó del panorama en que quedaría Biobío, ni de los problemas logísticos que esto provocaría. Incluso nadie levantó una bandera de alerta ante la evidente pérdida de poder que esta nueva situación traería para la región.

Este gran cambio que sufrimos se debe a que, por años, las demandas de uno de los territorios más importantes de nuestra región no fueron atendidas. Por décadas nos hemos quejado del centralismo cuando acá, Concepción peca de lo mismo. Es así que, por no ser capaces de dar respuesta a las demandas de una provincia, hoy nuestra región quedó comparativamente y competitivamente peor. Esta es una lección que no solo es válida para nuestra región, sino para el resto del país. Hoy las demandas locales son de vital importancia para el desarrollo de nuestro país, y no darles solución puede traer serios problemas en el largo plazo.

La nueva Región del Biobío necesita comenzar a reencontrarse con su identidad y su posición histórica, debe comenzar a predicar con el ejemplo en el trato de sus provincias, para no caer en la lógica del centralismo. Esto para que nuestra región no vuelva a ser un ejemplo de los costos que genera una administración centralista, sino un ejemplo de descentralización. Es fundamental empoderarse como la región que lidera la batalla contra el centralismo de Santiago.

 

Lucas Serrano Barraza
Académico de Administración Pública
Universidad San Sebastián

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