Señor Director:
El Día Mundial de la Disfagia, que se conmemora cada 12 de diciembre, busca establecer conciencia sobre lo que es la deglución normal y las alteraciones que pueden ocurrir en este proceso, sus causas, consecuencias y la importancia de realizar una detección y manejo precoces.
Se manifiesta como la dificultad para deglutir de manera segura y eficiente alimentos de diversas consistencias (líquidos, semisólidos o sólidos) e incluso, en los casos más severos, la saliva. Puede tener diversas causas, ya sea por alguna afectación neurológica como la presencia de un ACV o TEC, enfermedades neurodegenerativas (demencias, ELA, EM, enfermedad de Parkinson) causas mecánicas (tumores) y asociadas al propio envejecimiento, que afecten el paso del alimento desde su ingreso a la boca hasta llegar al estómago.
Se debe considerar que el proceso de alimentación cumple un importante rol social, ya que establece un gran porcentaje de las interacciones que una persona tiene con otros, permitiendo intercambiar experiencias y generando espacios a lo largo del día para comunicarnos. Por tanto, no es extraño que alguien con esta condición vea afectada no solo su nutrición y su salud física, trayendo como consecuencia la deshidratación, desnutrición e incluso la muerte a causa de una neumonía originada por el alimento aspirado, sino que también puede generar aislamiento social, ansiedad, depresión, etc. Lo anterior conlleva a un importante problema de salud a nivel nacional e internacional, generando un alto porcentaje de institucionalización y morbimortalidad en la población.
De ahí surge relevancia de realizar tanto la pesquisa temprana como su intervención, siendo los fonoaudiólogos los profesionales encargados de diagnosticar y rehabilitar las alteraciones asociadas al proceso deglutorio en coordinación con un equipo multidisciplinario integrado por médico, enfermero, nutricionista, etc., que trabajen de manera colaborativa con el fin de mejorar la condición de salud y con ello entregar una mejor calidad de vida a nuestros usuarios.
Karen Torres Barrientos
Académica de Fonoaudiología
Universidad San Sebastián