Señor Director:
Hoy, el fútbol se viste de gala. Los ojos del mundo se posan sobre nuestro subcontinente, el cual junto con poseer una nutrida historia política de revoluciones y contrarevoluciones, posee la tradición de uno de los más relevantes y antiguos torneos anuales de fútbol masculino. Nos referimos a la Copa Libertadores de América, nombre que adopta el torneo en honor a los líderes de los diferentes procesos de independencia que se desarrollaron en América del Sur.
Lamentables expresiones violentas de grupos autodenominados “hinchas”, que se comportan puntualmente como delincuentes, llevaron a que la final haya sido programada para jugarse en España, particularmente en el estadio Santiago Bernabéu perteneciente al Real Madrid.
Lo anterior no es para nosotros una casualidad y menos un mero negocio; trasciende incluso la ofensa y se transforma en la expresión más pura de nuestra derrota en la defensa de las identidades territoriales ante los capitales globales.
Mario Tapia Díaz