Carta al director

Triunfo del NO: Memoria, presente y futuro

Por: Diario Concepción 11 de Octubre 2018

Señor Director:

La relación entre Memoria e Historia es dinámica y compleja, para muchos la memoria es una de las fuentes para construir la historia mientras que para otros los hallazgos de la historia han servido para corregir memorias distorsionadas. Cualquiera sea la postura, tenemos claridad que la reciente conmemoración de los 30 años del triunfo del No, ha situado a esta fecha tanto como un hito histórico como también un lugar de la memoria.

La memoria como la historia abordan el pasado, no obstante, solo la primera es caracterizada como una narrativa viva en los grupos, cambiante en sus oscilaciones entre el recuerdo y el olvido, efectiva en el presente y siempre actualizable. De esta manera la memoria rompe el sentido cronológico del suceso para hacerse presente y proyectarse al devenir. El historiador francés Pierre Nora desarrolla la noción de “lugares de memoria”, respecto a aquellos lugares materiales o inmateriales que significativamente sean concretos, funcionales y simbólicos. En tal sentido “la fecha 5 de octubre, relacionada con el triunfo del No” a partir de sus conmemoraciones, sentidos, disputas en la sociedad chilena reconocible como un lugar simbólico de memoria.

Maurice Halbawsch, otro teórico francés, ha señalado que la Memoria no es individual, sino que es eminentemente social, situación que permite generar las identidades de los grupos sociales y por tanto se expresa de forma plural, no existe una sola memoria sino memorias colectivas diversas y enfrentadas, que buscan imponerse como memoria única.

Conforme a estas ideas analizaremos tres situaciones de este “5 de octubre” en tanto lugar de memoria y memorias colectivas, situadas en el presente, plurales y que puede actualizar sus significados: primera situación, la discusión respecto de quienes legítimamente pueden o no conmemorar el triunfo del No, sea tanto por que optó por una opción distinta en el plebiscito o simplemente por ser de una generación posterior que no vivió la dictadura; segunda situación, estudios presentados recientemente señalan que actualmente un 70% votaría por la opción NO, sin duda ha operado un cambio en el sentido de las memorias colectivas respecto del resultado real de las votaciones y mucha gente que voto que Si ya no lo haría; tercera situación, conforme a un estudio desarrollado por la Universidad de Talca, se constata que un 84,6% de los jóvenes entre 18 a 20 años, no sabe lo que sucedió el día 5 de octubre de 1988, debemos reconocer que el olvido es también una forma de memoria colectiva.

Desde esta perspectiva, la conmemoración de este 5 de octubre nos habla más del presente de nuestro país que de su pasado y resulta imperativo desarrollar trabajos de memoria que permitan: ampliar, desde la diversidad de memorias, la valoración por la democracia y los derechos humanos que este lugar de memoria refleja; resignificar el daño colectivo que la impunidad genera respecto a la valoración del Estado de Derecho, el sentido de justicia brinda legitimidad a la política; finalmente potenciar la transmisión de memoria intergeneracional de forma cotidiana e institucional buscando restituir desde la diversidad una comunidad política democrática, participativa y respetuosa de los derechos humanos.

Guillermo Villagrán
Director de la carrera de Trabajo Social Universidad Andrés Bello

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