Señor Director:
Funas más, funas menos, la verdad es que el rodeo no tiene nada de deporte, notar que para que alguna actividad pueda llamarse deporte, debe cumplir un requisito muy básico, el que quienes lo practican, en este caso puntual, jinetes muy bien aperados, caballos y novillos se diviertan a más no poder y sean ejemplos para el público y no como ocurre por lo general al terminar un rodeo, que mientras los jinetes, familiares y público asistente terminan celebrando con chicha dulce, …caballos y novillos solo se quedan con el trago más amargo de la jornada…, cuanta brutalidad junta, partiendo por los encontronazos sin lógica entre un esmirriado novillo y un caballo, que son las verdaderas víctimas de ABUSO CON MAYÚSCULAS, todo con el fin que jinetes, familiares, compadres, amigos y la federación respectiva busquen al “champión”, bajo un ambiente sano, familiar y de chilenidad.
Todos deben conocer un dicho que dice “Nunca hagas a otro, lo que no quieres que te hagan a ti”, una buena experiencia para ese huaso bien equipado de pies a cabeza, que montado en un caballo atropella a un novillo sin control, sería que tomara el lugar del novillo, pero no debería preocuparse, según los miembros de la federación de rodeos, la zona en que lo va a apretar el caballo tiene esponja para que no sienta dolor y además entre caballazo y caballazo, tendrá el apoyo de sus familiares, amigos y compadres (algo que no tiene el novillo) y al compás de unas buenas cuecas, con el compromiso que después nos cuente la experiencia, de seguro va a saber cuántos “puntos buenos” sacó el jinete que lo “atajó”, por las partes de su cuerpo que tienen más hematomas y fracturas, es patético que grupos de seres humanos celebren triunfos y “puntos buenos” a cambio de una salvajada en contra de un Caballo y un Novillo, que desde su triste silencio nos gritan que necesitan ayuda.
Digámoslo sin rodeos…el rodeo no es un deporte y nuestros huasos no necesitan del caballo para agarrar a caballazos a un indefenso y asustado novillo para sentirse más chileno.
¿Ud. tomaría el lugar del novillo?
Luis Enrique Soler Milla