Si la Contraloría General de la República hubiese hecho bien su trabajo, el fraude en Carabineros no hubiese alcanzado los ribetes que tiene hoy.
Según el Contralor, la denuncia no fue clara, pero estimo que es tarea de esa entidad auditar y detectar lo que corresponda. Ahora y como siempre ocurre, se corta por el hilo más delgado y se destituye a dos funcionarios contralores, pero me pregunto si esos auditores o contralores eran autónomos o dependían de alguna jefatura, es decir algo más falló.
Ahora si todo es tan simple, podríamos esperar y en otras instituciones situaciones análogas.
Parece que la Contraloría para algunas situaciones es altamente severa y para otras no, y con ello me refiero a las mutualidades que son entidades privadas y no públicas.
Asimismo el caso fraude de Carabineros en sus inicios y sin que se llegara a resultados fue investigado por el Ministerio Público, ¿acaso el Fiscal no era buen investigador o pensó que todo estaba totalmente claro?
La verdad es que la Contraloría General de la República y el Ministerio Público son autónomos y, por lo mismo, creo hace falta un órgano que los controle a ellos.
Alberto Contreras Silva