Señor Director:
Sabido es que los delincuentes están cada día más violentos y que en su actuar no respetan ancianos, embarazadas, bebés, inválidos, etc. , asimismo ellos saben las consecuencias del delinquir y entre otras está la de morir por uno u otro motivo, ahora que se diga que la joven murió por un error judicial ya que no se emitió oportunamente la orden de internación en un centro de menores es una gran falacia, ningún delincuente espera en el living de su casa que la policía vaya en su búsqueda, tratan por todos los medios de evitar la detención y para ello se cambian permanentemente de lugar de alojamiento, domicilio o ciudad, y estos dos jóvenes simplemente murieron en su ley, y mucho más grave hubiese sido que un tercero, inocente, muera a consecuencia del robo de un vehículo y la lógica persecución de la policía al detectar la presencia de un vehículo con encargo por robo.
La ley se debiera readecuar ya que no es bueno que un adulto que haya cometido delito en su etapa infanto-juvenil cumpla una internación en un recinto de menores, lógicamente no habrá readaptación social y al contrario se convertirá en instructor de actividades delictuales, lo lógico es que cumpla en un recinto penal para adultos.
Ahora es claro que en las persecuciones policiales la víctima inicial muchas veces es revictimizada al ver destruido su vehículo, y que en este caso era su medio de trabajo, quizás el estado debiera estudiar una especie de seguro para estas víctimas o dobles víctimas y entender que su vehículo fue robado y muchas veces en las persecuciones termina transformado en simple chatarra y no todos tienen seguro.
Alberto Contreras Silva