Carta al director

Manuel Zañartu Opazo

Por: Diario Concepción 04 de Marzo 2018

Nació en Concepción en 1804, era hijo de don Manuel Zañartu Fernández y de doña Catalina Opazo.  Fue el mayor de 4 hermanos, casado con la viuda de don Ignacio Gana López, doña Gertrudiz Zañartu Arrau sin descendencia.  Siguió la carrera de las armas hasta convertirse en Coronel del Ejército de Chile, participó de la gesta de independencia apoyando a las fuerzas patriotas en los combates de Maipú, Talcahuano y Carampangue.

Como coronel en retiro se dedicó a la administración pública, ocupando el cargo de Intendente de Concepción en 1863 y de Gobernador Departamental de Talcahuano en 1864, fue presidente de la junta de Beneficencia.  En política participó en el radicalismo y la masonería, por lo que estuvo a favor de las corrientes laicistas de su época combatiendo el clericalismo conservador, no obstante, hasta sus últimos días declaró ser creyente católico.

En su vida familiar y privada y en sus últimos años no vivió con su legítima esposa, con la cual estaba quebrantada la relación, sino que en casa de su amante, en pecado de concubinato para la sociedad católica de la época.

Ante la eminencia de su muerte, su esposa legal, le solicita al obispo de la época, don Hipólito Salas para que interceda ante su esposo y que este se traslade al hogar de sus primeras nupcias y muera en él, buscando reducir de este modo las posibles habladurías o comentarios.  Informado el coronel no aceptó las sugerencias espirituales del obispo, muriendo en la casa de su amante.

Conforme a su convicción personal, esta decisión contradice las disposiciones canónicas, adquiriendo su muerte la calidad de disidente, sin arrepentirse ni recibir la extrema unción. Dada esta condición el obispo Salas le negó los pases de sepultación considerando que corrompía el campo santo al enterrar un cadáver que no murió conforme a las disposiciones canónicas. Ante la negativa el intendente de Concepción, amigo y hermano de logia del coronel don Francisco Manselli, ordena romper los candados del Cementerio de Concepción y proceder a la inhumación del cuerpo que ya hedía.  El cuerpo fue sepultado en la tarde del 6 de octubre de 1871, en medio de rito masónico, discursos y honores militares del batallón cívico que comandaba, con participación de los habitantes de Concepción que admiraban al coronel, como último soldado de la independencia que aún vivía en la ciudad.  Como consecuencia el hecho exacerbó la pugna entre liberales y conservadores de corrientes laicas y clericales.  Como el tema seguía, el gobierno del Presidente don Domingo Santa María, promulgó la Ley del 2 de agosto de 1883 sobre cementerios laicos, para luego completarla en julio de 1884 con la Ley del Registro Civil que será la encargada de registrar los nacimientos, matrimonios y defunciones, quitándole estas funciones a la iglesia católica.

En Concepción el obispo Salas como medida para separar las almas de católicos y disidentes dentro del campo santo, hizo levantar una muralla de 1 metro de ancho y 3 metros de alto, por el largo total de nuestro cementerio.

El Coronel Manuel Zañartu, murió en Concepción un 5 de octubre de 1871.

Hoy, una tumba dentro del cementerio de Concepción en la cual destaca una formidable columna masónica, puesta por sus hermanos,  y una calle dentro del campo santo, recuerdan  a este ilustre militar chileno.

 

Alejandro Mihovilovich Gratz

Profesor de Historia y Geografía

Investigador del Archivo

Histórico de Concepción

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