Señor Director:
Decenas de funcionarios de Oxfam, la Cruz Roja, Médicos sin fronteras, Save the Children y MAG, famosas organizaciones no gubernamentales humanitarias de nivel mundial, han sido sancionados por contratar prostitutas o participar en acosos y abusos sexuales en sus entidades o en los países socorridos.
Nada casi, frente a las masacres, crímenes, tráfico humano, abusos y violaciones en que, lamentablemente, ha incurrido personal de pacificación de la misma ONU, en diversos conflictos, crisis y continentes. Funcionarios corruptos, inmorales o delincuentes demuelen la confianza y el prestigio y vician la función benefactora de sus propias instituciones.
Ya lo hemos visto en nuestro Congreso, en la Iglesia, el Sename, en Gendarmería o en Carabineros. Una ONG de mesalinas internacionales y una superONG que fiscalice a las demás, parecieran ser organismos de imperiosa necesidad.
Kenneth Ledger Toledo