Señor Director:
Hace dos semanas se publicó una investigación de la U. de Talca bajo el nombre “Estudio, Prejuicio y Discriminación Racial en Chile”, entre sus resultados más relevantes se cuenta el hecho que un 52% de los chilenos afirma no tener ancestros indígenas, un 70.7% cree que contar con un apellido mapuche perjudica, inclusive un 51.3% señala que jamás ha compartido en actividades sociales con mapuches.
Estos datos reafirman una vez más el preocupante fenómeno de racismo en Chile. En esto sin duda quienes somos mapuche o miembros de otras etnias tenemos alguna responsabilidad, por ejemplo ¿cuántos de los que hacen fila por una beca indígena o un subsidio, se sienten realmente parte de pueblo originario? o un dato más doméstico ¿cuántos omiten sus apellidos indígenas en las redes sociales? la respuesta, aunque obvia, no deja de ser inquietante.
Lo anterior evidentemente se da en un proceso histórico de despojo, no reconocimiento y trato discriminatorio hacia las etnias, que configura una sociedad sobre supuestos de superioridad racial, fundados en prejuicios y generalizaciones que justifican este proceso y que lleva a muchos indígenas a rechazar su propia identidad.
Por esto creo que una sociedad que reconozca plenamente a los pueblos indígenas y sus derechos ancestrales conculcados, parte indudablemente por los propios indígenas, por reencontrarnos con nuestro origen, por reivindicar nuestra cultura e identidad, y por visibilizar el aporte que realizamos diariamente para hacer de Chile un país más justo y próspero.
Vicente Ancaluán Beltrán