Carta al director

Apuesta por la familia

Por: Diario Concepción 15 de Febrero 2018

Señor Director:

Me gustan las gentes que sonríen de corazón a pesar de sus pesares, aquellos que hacen el propósito de mantener una actitud de disponibilidad, de comprensión y benevolencia hacia nuestros análogos, siempre dispuestos a apoyar labores solidarias que nos encaminen en la buena dirección, al bienestar social que todos nos merecemos. Ciertamente, vamos a necesitar de un cambio profundo.

Para empezar, considero prioritario una economía más respetuosa con el ser humano y su entorno. No se trata de un crecimiento del consumo material, sino de una evolución más interna, para poder dignificarnos y fraternizar esa visión humanística, donde nadie quede relegado, sino reintegrado en ese avance de familia humana. No podemos desprendernos de los vínculos, de ahí la importancia de apoyar la labor de la comunidad internacional orientada a engrandecernos como ciudadanos pensantes, a través del pleno empleo y del trabajo decente, la igualdad entre los sexos y un desarrollo equitativo más justo, tanto en el aspecto monetario como en la esfera cultural y ética.

No caben estas tremendas usuras y desigualdades entre la familia humana. Precisamente, en la actualidad, el motivo principal para migrar está ligado directa o indirectamente a la búsqueda de un empleo digno. En este sentido, la Organización Mundial del Trabajo (OMT) calcula que unos 150 millones de trabajadores son migrantes -es decir, un 4,4 por ciento de la mano de obra mundial-, de los cuales el 56 por ciento son hombres y el 44 por ciento, mujeres. A nivel mundial, los trabajadores migrantes tienen una tasa de actividad más alta que los locales: un 73 y un 64 por ciento, respectivamente. Bajo estos datos, tenemos que aprender a no quedarnos pasivos ante nada, puesto que todo es patrimonio común de la familia humana, tanto por mar, como por tierra o aire. En consecuencia, hemos de buscar entre todos, por toda la faz del planeta, que cohabiten entre nosotros atmósferas más equitativas.

Para desgracia nuestra, el informe de referencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestra que si bien la tasa de desempleo mundial se está estabilizando, el desempleo y los déficits de trabajo decente se mantendrán, en este año 2018, con niveles persistentemente altos en muchas regiones del mundo.

Deberíamos, pues, afrontar los desafíos del mundo actual con más coraje y capacidad de análisis crítico, ya que pueblos y ciudades bien gobernados y administrados son el camino hacia el ansiado desarrollo sustentable y sostenible. De entrada nos anima que la equidad de género y la unidad mundial, se haya ubicado en el centro de la agenda de la ONU para este ciclo. Algo puede ser todo, no lo olvidemos.

Víctor Corcoba Herrero
Escritor

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