Carta al director

La balanza y el progreso

Por: Diario Concepción 24 de Enero 2018

Señor Director:

Hay que reconocer que el desarrollo industrial tecnológico de la especie humana ha sido espectacular. Hemos evolucionado tecnológicamente una inmensidad, aunque no así en el campo de “las humanidades”. Este despegue tecnológico ha tenido un duro costo y empeorado, drásticamente, la calidad de nuestros ríos y mares, de nuestro aire, ha dañado en resumidas cuentas y gravemente el equilibrio natural y su rica biodiversidad.

Lo positivo es que estamos heridos, pero no definitivamente hundidos. Somos ahora más conscientes y disponemos de un torrente de experiencia acumulada (de lo que no conviene hacer) que podemos aprovechar para equilibrar la balanza del progreso que, debido a los intereses creados dominadores y nuestra común ceguera, se ha inclinado peligrosamente y está poniendo en riesgo nuestra supervivencia.

Las antiguas balanzas romanas constaban de dos extremos, en uno se colocaba el objeto a pesar y en el otro un pilón que se movía sobre su brazo largo hasta equilibrar ambos brazos.

Siguiendo con este símil, el que sujeta el fiel o centro de la balanza, el que pesa, es el ser humano, que equilibra la “romana” corriendo el contrapeso o pilón en un sentido o en otro. En el caso que nos ocupa, de desequilibrio entre desarrollo técnico y humanidades, está claro que hay que cargar mucho más el peso en humanidades, y no solo en su conocimiento, que podemos pensar como secundario, sino en su aplicación para nuestro pro opio autoconocimiento, lo auténticamente primario.

 

 Gerardo Hernández

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