Señor Director:
La cámara de diputados, quiénes se suponen deben velar por el interés común y el bienestar público, han ampliado y aprobado en una modificación al reglamento de la corporación nuevamente la abismal desigualdad entre compatriotas: aumentaron de 4 a 29 los días hábiles que tendrán para no asistir a legislar, lo cual equivale al 38% de sus sesiones anuales. Esto, para el común de los trabajadores nacionales, significa un mes; sí, un mes de inasistencia al trabajo cual, de todas formas, será remunerado con las ya sabidas exorbitantes dietas parlamentarias. ¡Cuánto privilegio en una sola norma!. Esta enésima muestra de incongruencia puede aparejarse a lo exhibido por el Papa Francisco en su visita la semana pasada quién el lunes pidió perdón por los abusos sexuales cometidos por la Iglesia Católica en el Palacio La Moneda, frente a las máximas autoridades nacionales y horas más tardes, así como días más tarde, frente a los fieles de la iglesia, apoyó irrestrictamente al Obispo de Osorno Juan Barros.
Estas muestras de incongruencia e incoherencia no hacen más que debilitar la exigua imagen que tiene la ciudadanía del congreso, y claro, de la Iglesia Católica, demostrado que el privilegio y el poder de estas instituciones no están al servicio y resguardo de la comunidad, sino al servicio y resguardo de los intereses de la élite; élite que una vez más puede estar más tranquila de la inalterabilidad de sus privilegios.
Felipe Rojas Barrios
Bioquímico
Magister en Administración de Empresas
Universidad de Concepción