Carta al director

Partidos Zombies

Por: Diario Concepción 10 de Enero 2018

Señor Director:

A pesar de que muchos pretendan bajare el perfil, es un hecho simbólico el escape por parte de Mariana Aylwin de la Democracia Cristiana (DC). Histórica militante e hija del presidente de la transición, huyendo -y colateralmente agravando- de la crisis del partido.

Una de las más importantes justificaciones del impacto mediático fue el motivo de la renuncia: Aylwin no abandonó a la DC, la DC abandonó al centro; como puede constatarse viendo la pérdida de un millón de votos en diputados que ha cosechado el partido desde 1990.

La DC se unirá al resto de los partidos que perdieron su sentido pero que siguen ahí, incómodamente ocupando un espacio en el poder como herencia del pasado. Luchando desesperadamente por la relevancia.

Compartirá banca con partidos muertos en vida como el Partido Radical (PR) o el Partido Por la Democracia (PPD) -hasta el nombre del último denota pérdida de objeto-. Por su parte, el PR fue sacado del museo para impulsar una fallida candidatura, pero sin duda volvió a su empolvado pedestal, junto a las románticas figuras cepalianas.

Debemos estar atentos a las repercusiones que podrá tener la nueva membresía democratacristiana al club de los absurdos. La Nueva Mayoría seguirá ostentando poder, pero este probablemente se le escapará de las manos como arena con la potente irrupción del Frente Amplio (FA). Además, quizá se incorpore el Partido Comunista a sus filas. Por un lado, podría ser positivo que al FA se le caiga la máscara de “movimiento ciudadano”. Quedando expuesta su dura veta marxista.

La renuncia de Mariana indica que la DC perdió el sentido. Su rol fue conformar un centro político cristiano, pero en el último tiempo se dejó llevar por el poder, yéndose a la izquierda, y perdiendo sus votos de centro. Ahora son un agonizante cúmulo de poder. No posee objetivos trascendentales, solamente busca mantenerse vigentes en el poder. Muertos en vida.

 

 Cristóbal Díaz Guitart   

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