Carta al director

Plenitud en la vejez

Por: Diario Concepción 23 de Noviembre 2017

Nadie cuestiona que estamos hechos para envejecer y que este envejecimiento que experimentamos día a día conlleva experiencias, aprendizajes y lecciones muy importantes.  ¿Qué ha sucedido entonces? En tiempos remotos, nuestros adultos mayores tenían siempre algo para dar, enseñar y siempre había alguien que necesitaba lo que ellos tenían para entregar.

¿Hoy las personas mayores tienen un lugar donde se les respete y se les valore?  Desde una edad muy temprana se nos enseña que la adultez es la cúspide de nuestra existencia y que los “ancianos” son solo versiones “averiadas” de lo increíble que fueron cuando jóvenes. Hemos creado una cultura que le rinde culto a la juventud, donde esta etapa es vista como la más esplendorosa y la “única” en que se puede alcanzar el éxito, la felicidad y ser un real aporte a la sociedad; claramente no son buenas noticias para enfrentar la vejez.

Hemos tenido toda la vida miedo a envejecer, miedo de no tener nada que ofrecer, por lo tanto, se hace necesario cambiar este paradigma y entender que en la vejez existe también la oportunidad de crecer, pero por sobre todo de vivir plenamente.  Po lo tanto, creo que no es posible hablar de la existencia de una sola vejez, sino de muchas, construidas desde la experiencia particular de cada uno de nosotros  y  de lo que ha sido nuestro proceso de envejecimiento, sin olvidar  el contexto histórico y las condicionantes psicosociales que le han permitido o facilitado el desarrollo de oportunidades, habilidades y  destrezas determinantes en la configuración de esta etapa y en la percepción de la misma, lo que nos lleva  a convertirnos en adultos mayores.

 

Leidy Lagos Beltrán

Académica Terapia Ocupacional USS

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