Señor Director:

Las encuestas originalmente se crearon como un instrumento que, en virtud de rigurosas y serias metodologías que estudian un panorama, podían dar cuenta de esa realidad, con la mayor probabilidad deseable.

Hoy, se han transformado, muchas de ellas, en instrumentos de manipulación de la realidad, en función de influir con sus publicaciones en los resultados esperados.  Basta ver quienes operan, gestionan y administran los equipos de trabajo de esta muestra, para inferir que los resultados están comprometidos en potenciar una candidatura en particular.

Lo anterior, manipular la información y a través de ella, a la opinión pública atenta y deteriora la buena salud de toda democracia.

 

Juan Luis Castillo