Carta al director

Calle el Huaso Puentes

Por: Diario Concepción 01 de Octubre 2017

Don Enrique Puentes Gil, nace en Concepción un 24 de octubre de 1917. Fueron sus padres don Enrique Puentes Bull, de profesión sastre, y su madre doña María Gil Herrera. Enrique fue el primogénito de una familia de 4 hermanos, presidiéndole en orden descendente Luis Samuel, Luisa Aurelia, y María Leonor. Casado con Edith Repisso Castro, de cuyo matrimonio nacieron 7 hijos, Enrique Apolo, Brisa Amada, Consuelo, Carlos de la Rosa, Esmeralda, Gisella y Bella Rubi, más una hija, Mercedes Puentes Puentes tenida en su juventud, y criada al cuidado de su abuela paterna.

Sus primeros estudios los hace en Concepción para ingresar luego al Liceo de Hombres de la ciudad donde termina su enseñanza media, egresando de sexto año de humanidades, rindiendo además Bachiller a los 17 años de edad. Durante sus años de liceo fue influenciado por el destacado educador Venezolano avecindado en Concepción, don Félix Armando Núñez, con quien entablará una gran amistad, y devoción, lo que derivará en el estudio de la literatura, lo cual hará nacer en él, su amor por la poesía criolla, publicando ocho libros en dicho estilo con tiraje de 6.000 ejemplares cada uno que promocionaba y vendía personalmente, tanto en su negocio como en la serie de presentaciones a las que asistía invitado, donde era común verlo, llegar guitarra en mano y acompañado de su añoso maletín de cuero, donde conducía sus décimas. Sus textos los podemos incluso encontrar en variadas bibliotecas repartidas por el mundo.

Al término de sus estudios cooperó en la sastrería de su padre, para luego instalar su talabartería al lado de negocio paterno de calle Rengo donde por años lo vimos laborar y echar sus coplas al viento o a quien quisiera escucharlo, o lo visitaba. Característica de don Enrique era verlo durante todo el año vestido correcta y varonilmente de huaso, luciendo sus bellos atuendos con mantas de Doñigue y siempre bien calzado, muchas de las veces de espuela y sombrero.

Otro de los recuerdos que de él nos queda en la memoria, es la serie de encuentros folclóricos, donde en compañía de su amigo Críspulo Gándara, daban origen a una serie de contrapuntos de pícaras chanzas, muy recordadas son además sus contrapuntos con el payador Uruguayo Juan Pedro Gutiérrez.

Dentro de sus gustos se encontraba la equitación, donde lo veíamos acompañado de su perro Gueñi, pastor alemán, y cabalgando siempre alguno de los 3 caballos que tuvo en su vida, el Chirón, de color negro entero, el Armonioso, con su bella cola y tuza blanca, y el último que cabalgó, el Instruido, de color blanco. Era frecuente verlo ganar las competencias de movimiento de rienda o como el huaso mejor montado, tanto por los atuendos del jinete, como por los aperos que decoraban al animal.

Por su trabajo el Huaso Puentes recibió el Premio Municipal Medalla al Mérito René Louvel Bert en el año 1989 y el Premio Municipal de Arte, el año 2002.

Un 19 de mayo del 2006, a los 88 años nuestro querido Huaso Puentes colgó guitarra y apero, y se encuentra entreteniendo a San Pedro o al Diablo quizás en el más allá.

Hoy promovemos desde esta columna a un mes de cumplirse 100 años de su nacimiento, que una calle del sector alto de Palomares recuerde con su nombre al Huaso Puentes.

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de Concepción

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