Señor Director:
Quizás a pocas personas importa que los candidatos presidenciales tengan que levantar la voz para darse a entender en los debates. Quizás muchos lo ven incluso como una ventaja. Pero en el fondo son las respuestas concretas a las preguntas las importantes y no el espíritu bélico de los candidatos con tal de demostrar “gobernabilidad”. Pero también es lamentable presenciar debates cuando quienes preguntan caen en este estilo con tal de llevar a los candidatos a situaciones complejas y extremas con tal de conseguir verdades. Sin establecer confianzas de por medio. Como si los candidatos estuvieran en los tribunales. Dando la cara. Pero siempre con algo de temor.
Mario Reyes Saavedra