Señor Director:
La solidaridad y empatía de los chilenos se ha dejado en evidencia reiteradas veces. Lo hemos visto en las últimas tragedias que han afectado al país y que sin dudarlo, personas de distintos lugares de nuestra nación se han hecho presentes para prestar ayuda, incluso cuando ha sido requerida en el extranjero.
La reciente publicación sobre penquistas que partieron en ayuda de damnificados por el terremoto que afectó a México, es un claro ejemplo de lo anterior.
Alegra saber que en Chile está latente el espíritu de apoyo frente a catástrofes tan grandes como lo es un movimiento telúrico de tal magnitud y que las consecuencias son conocidas en nuestro territorio.
Es destacable el accionar de quienes han socorrido a Ciudad de México que carece de necesidades y suministros básicos. Porque no sólo la ayuda material es valorada, sino que el soporte moral que un ser humano puede entregarle al otro en estas ocasiones, logra el mismo efecto en las víctimas de este desastre.
Espero que la esencia chilena de compañerismo, entrega y solidaridad no se desvanezca y que sea un ejemplo más de lo que en unión se puede lograr, forjándose así la hermandad entre naciones.
Diana Aros