Carta al director

Educación superior

Por: Diario Concepción 28 de Julio 2017

Señor Director:

La Cámara de Diputados decidió aprobar la propuesta de reforma a la educación superior que incluye el compromiso de aumentar la gratuidad hasta alcanzar el 60% de estudiantes de menor ingreso. Con esta decisión, se empiezan a cumplir los presagios más pesimistas del rumbo que tomará la reforma y del efecto que la obligación de gratuidad tendrá al comprometer con este fin recursos estatales escasos, los cuales podrían haberse destinado, por ejemplo, a mejorar el catastrófico estado del cuidado de la infancia en el país.

La decisión no sólo quebranta aún más la confianza en los legisladores, sino que esta tendencia a parcelar los temas problemáticos, sin verlos como un todo, constituye una irresponsabilidad fiscal y legislativa, cuyas consecuencias se sentirán en el mediano y largo plazo.

Si miramos el contexto internacional, veremos que el modelo de gratuidad universal no es sostenible a futuro. Y no hablamos únicamente de países de ingresos medios como el nuestro, también lo vemos en la Europa desarrollada, que era el emblema de la educación superior gratuita. Sin embargo, varios de sus países han instaurado algún pago de matrícula.

También sabemos lo difícil y controvertido que ha sido este proceso de revertir beneficios de gratuidad, lo cual no es un evento menor, dado que significa que se rompe el “contrato social” existente entre la educación superior y la sociedad en esos países.

Esta es una de las razones por las que es especialmente irresponsable iniciar un compromiso que el Estado no podrá cumplir, o que cumplirá a un alto costo. Es demagógico hablar de gratuidad sin antes garantizar una educación de calidad y pertinente al mercado laboral para los jóvenes más vulnerables que aspiran a mejorar su estándar de vida a través de la educación.

Con algo de optimismo espero que la conversación en el Senado sea substantiva y responsable, que sepa explicitar la visión de nuestro sistema de educación superior para los próximos 30 años.  Pero no desde una posición ideológica, sino desde un análisis certero de la realidad nacional e internacional.

 

Paulina González-Pose

Centro de Investigación en Educación y Aprendizaje

Universidad de los Andes

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