A partir de Ud. los cometas, eclipses y las mareas pudieron predecirse, y dejaron de ser presagios de mala suerte. Gracias a Ud. aquello sujeto a fuerzas y movimientos pudo ser calculado.
Una sociedad decadente no sólo es aquella que no lee ni escribe, sino que una que no hace cosas que sean dignas de ser leídas ni escritas.
Así es como nuestras funcionarias y funcionarios han debido redoblar enormemente sus esfuerzos para poder cumplir con los turnos presenciales que se requieren, supliendo a aquellos compañeros que por diversas razones están teletrabajando desde sus casas apenas comenzó la pandemia en Chile.
La autonomía del Banco Central debe salvaguardarse en la nueva carta fundamental. Se evita así que ningún gobierno en el futuro presione para favorecer a ciertos sectores en perjuicio de otros o que se imponga a su consejo directivo el aumento de la emisión monetaria sin tener respaldo en producción de bienes, lo que generaría una espiral inflacionaria constante, con el consecuente desprestigio y caída en la credibilidad del país para atraer inversiones.