Hace 11 años, Argentina cerró el paso porque su producción no era suficiente para la demanda interna. Hoy, el escenario es opuesto.
Hasta el 75% de los familiares de fallecidos, cifra 25% mayor al promedio nacional, rechaza la posibilidad de donar los órganos. Médicos y enfermos aseguran que se requiere educar a la población sobre los beneficios.