Las condiciones ambientales están cambiando de forma inevitable e irreversible, con impactos a organismos que pueden ser menos o más tolerantes, todos con rol ecológico y muchos económico. Prepararse para afrontar nuevos escenarios es clave y en Biobío, y especialmente el Golfo de Arauco con particulares características hay un laboratorio natural para comprender, predecir y proponer estrategias, desafío científico de investigaciones UdeC y del Instituto Milenio Secos.
Las autoridades locales tienen el deber legal —y ético— de liderar con visión, no solo para cumplir, sino para proteger a sus habitantes ante olas de calor, incendios forestales o escasez hídrica.
Especialistas de la UdeC están estudiando cómo las modificaciones en los patrones de agua y temperatura, por efecto del cambio climático, impactan la calidad nutricional de las plantaciones, usando la quinoa y el brócoli como modelos.
Integrantes del Departamento de Microbiología, desarrollarán un ciclo de charlas durante este mes para acercar sus temas de investigación a la comunidad local, propiciando la comprensión y armónica convivencia con organismos que pueden causar enfermedades, pero son parte vital de los ecosistemas desde los orígenes.