Es urgente proponer mejoras al actual sistema de ejecución de penas, más aún para quienes creemos que las condenas penales deben tener no sólo fines retributivos, sino que también preventivos.
No es la primera vez que desde el Gobierno central se trabaja para asfixiar cualquier voz disonante al relato oficial. No importando si en el camino hay atropellos a la opinión regional.
Más que nunca es necesario que las políticas diseñadas en la capital del país tomen en cuenta las diferencias territoriales. Y más todavía cuando hay notables diferencias en la evolución de la pandemia entre las regiones.
Solo es posible la democracia, en cuanto sistema de convivencia social, bajo el imperio de la Ley y en ningún caso sonetida al imperio discrecional de los hombres.
Todo indica que Chile va alejándose lentamente de las catastróficas cifras de la actividad económica registradas en abril (-14,2%), mayo (-15,2%) y junio (-12,9%). Es necesario más octanaje a los motores que impulsan a la economía nacional.
Parafraseando al científico italiano Carlo Rovelli: “La muerte siempre gana al final, porque somos mortales”.