Me gustaría pensar que los esfuerzos desplegados para esta Cumbre nos asegurarán resultados que respondan a las preocupaciones de las nuevas generaciones.
No se debe prometer lo que no depende de nosotros. En economía los temas nunca estarán en manos del gobierno.
Cuando se vive bajo una oligarquía de este tipo, siempre surge alguna crisis que tiene prioridad sobre asuntos aburridos como la atención sanitaria o la contaminación.
Si bien nuestra libertad está salvaguardada, lo correcto es esperar que se ejerza con prudencia y criterio.