Los resultados de la Encuesta Longitudinal de Primera Infancia (ELPI) también muestran un uso intensivo de pantallas, brechas de género en el bienestar y desigualdades persistentes en el desarrollo cognitivo.
El bienestar se relaciona con las emociones y gestionarlas es clave para desenvolverse bien. La adolescencia es la edad de oro para generar competencias.
El arte de pedir ayuda no es un signo de fragilidad, es un músculo que todo emprendedor debe ejercitar. Porque el éxito, en este camino, nunca es individual: siempre es compartido. Y quizás, la verdadera victoria esté en esa red invisible que te sostiene, te impulsa y te recuerda que juntos siempre llegamos más lejos.