Es prudente preguntarse entonces si en esta jibarización del Estado, que pregonan algunos, se contempla la reducción de recursos hacia el emprendimiento joven.
No podemos diseñar políticas efectivas si no sabemos con certeza a cuántos jóvenes debemos llegar ni dónde están.
Son niños y niñas víctimas de un problema estructural, del neoliberalismo, de una sociedad adulta céntrica, patriarcal y centrada en la producción, el consumo y el dinero como modelo de éxito.