Las respuestas inesperadas pueden tener su origen en una incapacidad creciente de la clase política convencional para auscultar con certeza las necesidades de las personas y la manera como se espera que lleguen los mensajes.
Si un niño chileno promedio corriera contra otros menores de 49 países, llegaría en el lugar 39; apenas superaría al niño argentino y a otros diez países. Primero llegarían los niños de África y centro Europa, últimos llegarían los niños de Perú y México.
Ponerse a pensar puede ser un emprendimiento altamente peligroso, hay que estar muy en el sano juicio para no ser capturado por la desconocida capacidad del cerebro para meternos en honduras, si le dejamos la rienda excesivamente suelta, o si por razones de salud mental, o labilidad de carácter, no estamos preparados para las consecuencias.
Las próximas elecciones municipales tienen que ver exactamente con esa institución, la posiblemente más cercana al común de los ciudadanos, porque las autoridades elegidas pertenecen a la comunidad conocida y porque sus acciones están en estrecha proximidad con la realidad concreta y cotidiana del transitar urbano.