Por eso es que una intervención de alto impacto a la Ruta 160 debe concretarse de una vez por todas. Son años de un problema con un conocido diagnóstico, pero de casi nula solución.
Hay que recordar que hace poco estuvimos recluidos por la pandemia y los efectos en la salud mental fueron evidentes, expuestos en diversos estudios, por ello es imperativo que nos cuidemos entre todos.
Bajo cualquier contexto, no hay que olvidar que lo que se debe buscar es mejorar la calidad de vida de todos y no afectar el derecho de un tercero.
No hay duda de la importancia del uso de la bicicleta y su impacto positivo en el medioambiente, a lo que se suma su aporte a la descongestión vehicular.
Es conocida la alta tasa de intencionalidad en el origen de los incendios forestales, en suma, la acción humana resulta tristemente clave para que los siniestros se generen.
Habrá una mejora en el aire de las personas que viven en el emblemático sector porteño. En este caso, bajo la mirada del vaso lleno, porque el efecto negativo en términos económicos ha quedado a la vista.