El problema urgente, dado el escenario de emergencias que se aproximan, podría proyectarse por la inminente llegada de los incendios forestales.
La entidad no se cierra a aumentar esa oferta, siempre que se trate de un turismo responsable, que preserve las características del destino. Algo que suena lógico.
Corrobora la necesidad de contar con más de estos espacios, donde además, demuestra una vez más, lo importante que pueden ser las colaboraciones pública-privada.
Un asunto que, a todas luces, conforma escenarios inviables en el bienestar de cualquier hogar e incluso en la salud mental de quienes no logran encontrar una nueva fuente laboral.
Esto es justamente lo que podría ejemplificarse con el presupuesto para 2025 del Servicio de Vivienda y Urbanismo en el Biobío.
La situación que vive el sector de Cabrias en Coronel, declarado monumento histórico en 2008, es otro ejemplo de lo complicado que resulta la conservación de estos espacios, principalmente por temas económicos.