Cuando se habla de promover en la constitución “un” proyecto de sociedad hay que estar alertas.
Parece habitual que se utilice la palabra exceso en vez de crímenes o de errores en lugar de delitos y ya nadie parece alarmarse. Esta conducta de abuso del lenguaje ha llegado a tal punto que, hace un par de semanas atrás, el Presidente de la República, Sebastián Piñera se refirió a la situación en que dos niños fueron baleados por Carabineros al ingresar a un centro del Sename (Servicio Nacional de Menores) como “niños accidentados”.
Lo más presente es la sensación de invisibilidad, de no ser consideradas, de recibir un trato indigno, de vivir en un permanente estado de alerta y precariedad.
Hoy en día las palancas más comunes para la reducción de costos están asociadas a la tecnología, la innovación y la automatización.