Postulantes a ambas cámaras del Congreso han incrementado su presencia en RR.SS. mediante la inversión en estos espacios de contenidos. Un contraste a lo de décadas atrás, donde los anuncios estaban basados en pendones y “puerta a puerta”
La irrupción de las redes sociales como herramienta de propaganda política se ha consolidado con fuerza en los últimos años, especialmente tras los procesos electorales desarrollados en plena pandemia y bajo estrictas restricciones de movilidad.
Esta nueva realidad ha llevado a que los comandos de campaña incorporen equipos especializados y con dedicación exclusiva al ámbito digital, conscientes de la relevancia que hoy tiene el espacio virtual en la disputa electoral.
Desde septiembre los aspirantes al Congreso del Distrito 20 y Distrito 21, como en todo el país, quedaron habilitados para difundir sus mensajes electorales y llamados al voto, tanto en terreno como en plataformas de internet. Las estrategias se despliegan de manera paralela en las calles y en redes sociales, donde las audiencias incluso se segmentan con precisión.
Asimismo, cabe mencionar que el Servicio Electoral (Servel), organismo encargado de regular este ámbito, define como propaganda “todo evento o manifestación pública y la publicidad radial, escrita, en imágenes, en soportes audiovisuales o en redes sociales cuando exista contratación y un respectivo pago, u otros medios análogos, siempre que promuevan a una o más personas o partidos políticos constituidos o en formación, con fines electorales”.
En ese contexto, los registros disponibles en la biblioteca de anuncios de Meta —que agrupa a plataformas como Facebook e Instagram— revelan que los candidatos a la Cámara de Diputadas y Diputados en Biobío han gastado, en su totalidad, $76 millones 592 durante los últimos 90 días.
Así, entre los postulantes de la Región a la Cámara Baja con mayor inversión en publicidad digital está Paz Charpentier (Partido Republicano) con $15,1 millones; el exsenador Alejandro Navarro (Ind-Frvs) con $8,3 millones; y la carta de Evópoli en el Distrito 21, Bárbara Kast, con $6,1 millones.
Siguiendo con el listado de candidatos que más han gastado en publicidad por redes sociales está James Argo (Partido Republicano) con $5,7 millones; el actual diputado Roberto Arroyo (PSC) con $4,6 millones; Jorge Contreras (Evópoli) en el Distrito 21 con $4 millones; la diputada Marlene Pérez (Ind-UDI) con $2,9 millones; la actual parlamentarias Francesca Muñoz (PSC) con $2,7 millones; la diputada Flor Weisse (UDI) con $2,6 millones; y el diputado Sergio Bobadilla (UDI) con $2,4 millones.
Cierran el ranking de los candidatos con un gasto superior a los $2 millones en redes sociales el exalcalde de Chiguayante, José Antonio Rivas (PS), con $2,3 millones; el exalcalde de Concepción, Álvaro Ortiz (DC), con $2,2 millones; y el excandidato a gobernador regional, Fernando Peña (Partido Republicano), también como $2,2 millones.
La inversión de los postulantes en RR.SS. refleja una apuesta clara por dominar el terreno virtual, un aspecto cada vez más decisivo en la formación de opinión pública y en intentar convencer al electorado.
Lesley Briceño, analista política de la Universidad del Desarrollo, se refirió a la decisión de los candidatos y candidatas de realizar un importante gasto en distintas plataformas on-line y manifestó que “ha cambiado la forma de hacer campaña electoral. Si hace veinte años atrás treinta años atrás las palomas, la entrega de volantes, el puerta a puerta, eran las formas tradicionales de hacer política hoy día y de hacer campaña electoral propiamente tal. Hoy eso ha migrado y ha cambiado hacia plataformas más digitales. Eso tiene que ver con los cambios de nuestra sociedad, vivimos en sociedades más digitales, donde además nos informamos mucho más por redes sociales”.
De la misma forma, Briceño complementó que “como en general nosotros somos un electorado que se informa poco, el votante obligado es un votante que va a ir, y que probablemente nunca ha ido a votar, y a partir de lo que leyó en redes sociales puede tomar una decisión”.
Respecto de la fiscalización que debe realizar el Servel sobre las campañas a través de medios digitales, haciendo énfasis en los plazos legales para hacerlo, la analista afirmó que “poder fiscalizar adecuadamente esta cantidad de información que está en redes, circulando en redes sociales, puede ser bastante difícil. Ahí yo creo que el Servel, y la política en general, va a tener que analizar cómo hacemos campaña. Eso tal vez implique decir, ¿sabes qué?, tal vez el silencio electoral no sea lo más adecuado y tenemos que modificarnos y tenemos que modernizarnos y decir que la campaña sigue hasta el último día, como pasa en otras partes del mundo”.