Director regional señaló que probablemente en las primeras 72 horas los organismos no podrán llegar a todas las personas. Evacuación preventiva es clave.
A raíz de los últimos eventos sísmicos que han golpeado a distintos países del mundo, como el terremoto en México, de magnitud 7,4 y el terremoto de Taiwán de 6,9 grados, el que provocó una alerta de tsunami, se hace necesario dar respuesta a la pregunta: ¿Chile y la Región del Biobío, están preparados para un nueva catástrofe, como la ocurrida en 2010?
“La experiencia internacional indica que cuando hay un desastre importante como el que nos pasó el 27/F, la ayuda del Estado o de los distintos organismos se va a demorar algunas horas e incluso días. De hecho, la norma internacional dice que ante un desastre mayor, las primeras 72 horas, lamentablemente, los organismos de respuesta no van a poder ayudar a todas las personas” explicó el director regional de la Onemi, Alejandro Sandoval.
Considerando esta estimación, Sandoval señaló como debiese actuar la ciudadanía frente a un evento sísmico. Aseguró que no se debe esperar una alerta oficial, “las personas al percibir un sismo donde se les hace difícil mantenerse de pie, deben evacuar de inmediato la zona de riesgo que esté bajo la cota de 30, sobre el nivel del mar. Esto no quiere decir que de inmediato (después de un terremoto) se pueda producir tsunami, pero podría producirse, por lo tanto lo ideal, es no esperar el llamado a la evacuación, sino que la misma persona inmediatamente tome su decisión y evacúen hacia una zona segura” enfatizó Sandoval.
En esta línea, recomendó disponer de un kit de emergencia que considere: agua, ropa abrigada, comida enlatada, linterna, una radio a pilas para que puedan informarse y copia de las llaves de su hogar.
Sin embargo, la Onemi tiene un protocolo definido paras operar frente a estas catástrofes, el que contempla monitoreos, coordinación con otras instituciones y la emisión de la alerta oficial.
“Tenemos personal 24/7 en nuestro centro de alerta temprana que está monitoreando las distintas amenazas y que está en contacto con nuestros organismos técnicos, por lo tanto, nosotros de acuerdo a los protocolos que tenemos con el Centro Sismológico Nacional y con el Shoa de la Armada, debiéramos tener una cantidad de minutos para ordenar una evacuación preventiva, si la situación lo amerita. Por otro lado, también tenemos el SAE, sistema de alarma de emergencia, en que tenemos la capacidad de enviar un mensaje a todos los teléfonos móviles indicando una evacuación preventiva ante un eventual tsunami”, detalló el director regional.
Precisamente posterior a la catástrofe del 27-F y producto de un informe sobre reducción de riesgos en Chile, entregado por la Organización de Naciones Unidas, la Onemi a nivel nacional modificó su estructura y empezó a desarrollar programas educativos enfocados en la prevención.
En esta materia, se desarrolla un trabajo dirigido a organizaciones comunitarias en conjunto con los municipios, el organismo busca concientizar estos eventos en la población. “La idea es traspasar la capacidad de los municipios por un tema de recursos, no tenemos la capacidad de nosotros llegar como dirección regional a todo, a todas las organizaciones comunitarias de la región”, explicó Sandoval.
Desde el terremoto de 2010 a la fecha, se han realizado simulacros que han movilizado a más de 10 millones de personas a nivel nacional. Y en octubre, se realizará en Biobío una simulación donde se movilizará a todos los establecimientos de educación superior y preescolar, actividad que se está coordinando en conjunto con la Seremi de Educación.
Por último, Sandoval señaló que “nunca se está lo suficientemente preparado, sin duda se han realizado avances significativos, pero el trabajo de educación y concientización a la comunidad es un proceso permanente”.
Por su parte, el presidente regional de Bomberos, Braulio Castro, declaró que “por supuesto que estamos más preparados hoy en día para un terremoto. Sin embargo, creo que aún es prematuro y afirmarlo sería irresponsable, pero insisto que ante el 2010 si estamos mucho mejor”.
En esta línea, destacó los avances: “después del 2010 se creó también un sistema nacional de operaciones en Bomberos de Chile con brazos operativos en cada región, con la finalidad de coordinar apoyos eficientemente y dar respuesta profesional a la comunidad”.
Frente a la posibilidad de que un nuevo terremoto y tsunami azote la Región, los municipios emplazados en zonas costeras señalan estar mejor preparados.
En el caso de Tomé, el encargado de protección civil y emergencia, Sergio Valenzuela, declaró que “si podemos comparar la preparación que teníamos el 2010 con la que tenemos ahora, sí estamos mejor equipados, preparados y coordinados con las instituciones para llevar este proceso. Además, estamos en nuestro proceso de término de variables de riesgos específicos por terremotos y tsunamis, donde se dan las directrices en específico sobre las funciones que tienen las organizaciones e instituciones, con este documento, evitamos caer en improvisaciones y así, no cometer errores”.
Agregó que hace dos años con la unidad de emergencia y con un equipo de geógrafos del municipio “hicimos la reevaluación de las vías de evacuación y puntos de encuentro en la comuna”.
En Talcahuano, el director de seguridad pública, Óscar Muñoz, explicó que “a través del tiempo, ha buscado transformarse en la capital de la resiliencia en materia de prevención de riesgos y desastres, hay una experiencia aprendida. Talcahuano es la primera comuna de todo el país en poder tener un departamento de gestión del riesgo de desastre con enfoque en una cultura preventiva”.