Basada en algunas mediciones, desde la cúpula oficialista creen que el panorama no es muy alentador. Analistas y parlamentarios explicaron el difícil escenario para el bloque y dieron luces sobre los puntos que le complicarían la elección.
Las elecciones que se celebrarán el 15 y 16 de mayo estarán marcadas por dos inéditos comicios. Uno será el primer referéndum para determinar a los miembros de la Convención Constituyente y el otro, la elección para elegir al nuevo gobernador regional, cargo que debutará a nivel nacional en julio próximo.
Respecto a las proyecciones de la última elección, el jueves pasado Chile Vamos reconoció que las posibilidades de quedarse con una cantidad importante de gobernaciones son difíciles y los factores son múltiples. La escasa relevancia que los partidos oficialistas le dieron al cargo, las pocas caras visibles que irán en la papeleta y el complejo momento que atraviesa el Gobierno tras no poder enfrentar deudas que pendientes en materia de pensiones, salud, educación o el manejo de la pandemia.
En Biobío, el escenario parece no ser muy diferente. De acuerdo al “Tercer Estudio de Opinión de Elección de Gobernador Regional del Biobío” realizado por el Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Concepción (UdeC), si la elección fuera el domingo, el independiente Rodrigo Díaz se impondría con un 20,8% de los sufragios. La carta del oficialismo, Flor Weisse, sólo obtendría el 5,2% del total. Ahora, en los distintos escenarios de segunda vuelta, Díaz también se impone.
Sobre la preocupación que reina en Chile Vamos, incluso, quienes comentan, esperan “pocos triunfos o ninguno”.
Consultada al respecto, Jeanne Simon, académica de la Universidad de Concepción (UdeC), comentó que “hay varios factores involucrados. Para mí, el principal es que, para el bloque, las gobernaciones no fueron prioridad. Al contrario, apostaron todas sus candidaturas más sólidas para el proceso constituyente”.
La analista consideró que otro gran aspecto que ha jugado en contra del oficialismo es la “gran cantidad de candidatos promoviendo sus candidaturas. En contraste, las candidaturas a la Convención Constituyente, hay sólo una carta por lista. Además, ha sido fatal el poco conocimiento ciudadano sobre el nuevo cargo de gobernador regional”.
Por su parte, el ex diputado Eduardo Saffirio (DC), indicó que “hoy las encuestas son más febles que nunca. No se puede confiar en indicadores que se hacen con un universo tan pequeño de gente. Si en la coalición consideran que tienen pocas opciones es por algo más allá de un sondeo. Creo que la evaluación debe ir más allá y estudiar si las elecciones se pueden realizar en mayo, porque la pandemia indica todo lo contrario”, sostuvo.
Agregó que la deficiencia del Gobierno en el manejo de la crisis sanitaria y todos los problemas como Ejecutivo “son, tal vez, el indicador más importante para la escasa fe que tiene Chile Vamos”.
El diputado Pepe Auth (Indep.), fue uno de los primeros en indicar que el Gobierno perdería terreno en las elecciones de mayo.
“Para el Gobierno el escenario es muy complejo. El pronóstico es radical. El 85% o más de la población nacional estará bajo el mandato de un gobernador de la oposición después de la segunda vuelta. Creo que la derecha está apelando a minimizarse, sentirse en riesgo para galvanizar a sus electores y bajar las expectativas para después celebrar resultado. En relación a los gobernadores regionales, creo que habrá una catástrofe para el oficialismo. Como creo que es inevitable, pienso que prefieren disminuir de inmediato las expectativas”, dijo.
Una posibilidad que se abre para revertir el escenario actual, es que estas elecciones tengan segunda vuelta. “Como la elección tendrá balotaje, creo que puede haber más visibilización cuando se reduzca el número de candidatos. Tendrán mayor publicidad e interés de los electores”, señaló Jeanne Simon.