Tras el inicio del estallido social, su decisión de no competir en la elección del 2020 y luego peleas y reconciliaciones en su sector, la autoridad muestra nueva cara.
Hace unas semanas, al ser consultado por la solicitud de renuncia de los ahora ex seremis de Hacienda, Cristián Muñoz, y de Trabajo, Carlos Jara (ambos militantes de RN), el intendente Sergio Giacaman no solo confirmó la información, también ahondó en futuros cambios.
En esa oportunidad, comentó: “quiero aclarar que esto es sólo el comienzo, vamos a generar cambios en distintos niveles del Gobierno, tanto a nivel de seremías, en el Gobierno Regional y el equipo que trabaja conmigo”.
Una frase particular y poco habitual para una autoridad regional, más acostumbrada a la mesura y declaraciones del tipo “estamos siempre en evaluación”, “no me puedo hacer cargo de rumores o trascendidos” o “si hay cambios serán informados”. El hecho llama la atención, pues el caso de Giacaman, al menos hasta unas semanas, no era muy distinto al de sus predecesores.
¿Estamos en presencia, entonces, de un segundo aire del intendente? Fuentes consultadas confirmaron un cambio en la actitud de la máxima autoridad, apuntando principalmente al estallido social y su decisión de no competir en las elecciones de gobernadores regionales del próximo año.
El propio Giacaman reconoció lo anterior (“hay algo de las dos cosas”, dijo), lo que explica no solo los cambios de secretarios ministeriales, sino también un cambio en agenda de trabajo.
“Naturalmente lo que corresponde es que, por ejemplo, el Plan Regional Bío Bío, que presentamos el 27 de febrero, lo vamos a ajustar en virtud de las demandas ciudadanas. Lo he dicho un par de veces, hay que distinguir que algunas cosas que se plantean de parte de la ciudadanía tienen una respuesta a nivel central, pero también hay cosas que podemos abordar a nivel local”, manifestó.
Pero este cambio no ha sido gratis, aunque ayer manifestó que tiene buenas relaciones con todos los partidos que integran el bloque oficialista, no es menos cierto que hubo un tiempo que perdió el apoyo de la senadora, Jacqueline van Rysselberghe, en particular tras su decisión de bajarse de la carrera electoral del 2020. A lo anterior, se suma la distancia que ha tenido que el sector gremialista disidente a la gestión de la ex alcaldesa.
No obstante, el quiebre con Van Rysselbeghe duró sólo un par de semanas, donde habría afianzado lazos con el sector de la diputada Francesca Muñoz, RN. Luego, de una cena donde pudieron zanjar diferencias, la senadora y el intendente acordaron seguir trabajando juntos. Ese día, por ejemplo, habrían acordado efectuar algunos cambios, no solo a nivel de gabinete, sino también en el equipo de comunicaciones, situación que se concretó esta semana que ya termina.
Respecto al gabinete, es un hecho que mañana lunes habrá novedades, al menos, en lo que dice relación con las carteras de Deporte (donde se han caído varios nombres, entre ellos, Alex Cañete, RN), Hacienda y Trabajo. Probablemente también haya novedades en Serviu, aunque se trata de un cargo que se define por Alta Dirección Pública (ADP).
Tras la salida de dos nombres de RN, se ha empezado a especular con la salida de dos cartas gremialistas. Se habla de la seremi de la Mujer y Desarrollo Social. “Difícil, ambos están bien blindados por la senadora”, dijo una fuente.
Consultado sobre estos cambios, Giacaman prefirió no ahondar. “Mañana (hoy) tendremos un punto de prensa y podremos hablar de este y otros temas”, sostuvo.
Por lo pronto ayer se conoció a la titular de Cultura, Carolina Tapia, ligada al mundo del arte como gestora cultural, con una licenciatura en Artes y un magíster en Educación. “Estoy muy contenta de asumir este tremendo desafío, me comprometo a hacerlo con profesionalismo. Vengo del arte y desde esa vereda espero ser una aporte”, dijo Tapia.