Palacio debió aclarar el cambio de rumbo tomado tras 20 días de movilizaciones a nivel nacional. Anuncio no dejó contento a todo el espectro político, desde la oposición y alcaldes consideraron que la medida es tardía.
Se trató de un cónclave del que se esperaban resoluciones de importancia para apaciguar el estallido social que surgió hace más de 20 días. Todas las voces apuntaban a que lo que se conversaba en el barrio capitalino de San Damián, donde vive el presidente, se relacionaba con la Constitución.
Y así fue, puesto que el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, anunció que La Moneda se allanaba a las peticiones del movimiento para trabajar en nueva carta magna. Ahora, sobre la forma, el titular aseguro que “creemos que el mejor camino es trabajar bajo la base de un congreso constituyente”.
Un congreso constituyente significa que será el parlamento el que analizará las futuras modificaciones.
Desde Bío Bío, el intendente Sergio Giacaman señaló que este proceso parte con una disculpa por parte de la clase política por 30 años de omisiones. “Es una demostración más en que como gobierno estamos disponibles para realizar los cambios necesarios para construcción de un mejor país que necesita la ciudadanía”, comentó.
En el Parlamento las visiones fueron contrapuestas, ya que algunos valoraron la propuesta del mandatario, mientras que otros fueron más radicales y pidieron la renuncia de todos los actores políticos.
El senador y presidente de la comisión de Constitución de la Cámara Alta, Felipe Harboe, valoró la actitud del Ejecutivo. “Estamos en la crisis más profunda de la democracia y hoy se necesita diálogo el que no negaremos jamás. Los ciudadanos tienen que participar abiertamente en la definición del mecanismo idóneo para ello, lo importante es avanzar en el cambio de la constitución”, aseguró.
En tanto, su par, Alejandro Navarro, fue más radical y manifestó que todos deben renunciar. “El Presidente Piñera quiere una Nueva Constitución a través de un Congreso Constituyente; entonces, pongo mi cargo a disposición y todos los parlamentarios deben hacer lo mismo. Es la única fórmula, el Congreso Nacional ya no es un ente válido para solucionar la actual crisis política”.
El jefe de bancada de los diputados socialistas, Manuel Monsalve, sostuvo que “la actual propuesta del Gobierno asegura que decidan los de siempre y excluye al resto del país de la construcción de una nueva constitución, no permite un pacto social que devuelva la cohesión social y la paz social a Chile”.
Desde el oficialismo, el diputado de la UDI, Sergio Bobadilla, consideró que “es un llamado acogiendo el clamor ciudadano, es una respuesta que se debe trabajar de acuerdo al marco jurídico que existe en Chile y es una potente señal para trabajar en las mejoras que la constitución requiere”, aseguró.
Por su parte, los municipios consideraron que se trata de un anuncio tardío por parte del mandatario. Audito Retamal, alcalde de San Pedro de la Paz, indicó que “la ciudadanía nos ha reiterado que la modalidad es a través de la ciudadanía, por lo que lo propuesto por el Presidente de nuevo es un error, creo que no va a tener el respaldo suficiente y eso es lo que necesitamos. No creo que tenga éxito el llamado del mandatario”, afirmó.
El alcalde de Lota, Mauricio Velásquez, manifestó que el anuncio del Presidente Piñera es tardío. “Llevar a cabo esto tras tres semanas es tardío, se trata de una respuesta de cuatro paredes y pareciera una respuesta sin escuchar a la ciudadanía”.
Antonio Rivas, alcalde de Chiguayante, valoró que se lograra convencer al gobierno de la necesidad de cambiar la constitución. “Hubo sectores que intentaron hablar de reformas, ahora se habla de una nueva constitución. La movilización social ha hecho milagros con reformas importantes y se están corriendo los cercos, siendo los propios ciudadanos los protagonistas”, concluyó.