Política

Andrés Bernasconi: “La Superintendencia podrá interceder en temas académicos y eso coarta a las Universidades”

De visita en Concepción, el especialista en Educación explicó las posibles contiendas de competencias que deberán enfrentar los dos entes que fiscalizarán los recursos públicos que ingresan a las universidades.

Por: Marcelo Castro 19 de Junio 2019
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Hace unos días estuvo en la zona, invitado por la Universidad Católica de la Santísima Concepción a dictar su clase inaugural, el académico Andrés Bernasconi. En la oportunidad se refirió a la relación entre las universidades y el Estado, además de la pérdida de la autonomía que están teniendo los centros de estudios a raíz de la implementación de la gratuidad.

Dijo que era un factor de preocupación, puesto que el rol de la Superintendencia todavía está en los papeles y será fundamental para la nueva institucionalidad educacional.

En conversación con este medio, el  académico de la Universidad de Católica analizó la pérdida de autonomía que están teniendo las instituciones de Educación Superior que se adscriben a la gratuidad.

– ¿Qué tan trastocada queda esta autonomía con leyes como la gratuidad universitaria, en donde va a haber fiscalización de la Superintendencia de Educación o Contraloría?

– Esa es una preocupación bien generalizada, ya que la gratuidad puede tener dos efectos o consecuencias en la gestión financiera de las universidades. Uno es que el monto que el Gobierno paga por cada estudiante es fijado por el propio gobierno, y en algunas universidades, como las que tienen mayor investigación, ese monto en general no alcanza, por lo que se genera un déficit. A esto sumamos que la gratuidad solo cubre la duración teórica de la carrera y la abrumadora mayoría de los estudiantes no termina en ese plazo, se demora un año más, y en ese año adicional se puede cobrar el 50% del arancel. La tercera cuestión es que la gratuidad impone una restricción a las universidades en el aumento de los cupos. La lógica de esa restricción es que Hacienda tenga control de los estudiantes que ingresan al beneficio y eso impide un crecimiento en la matrícula general.

– O sea pasamos a tener un Estado regulador, en donde las universidades pierden autonomía al acceder a la gratuidad.

– Pierden autonomía ya que tienen un arancel fijado por el Estado, una matrícula fijada por el Gobierno y la reforma de Educación Superior del 2018 incluye una regulación por parte de la Superintendencia.

– ¿Cómo va a hacer la fiscalización que se debe realizar a las universidades?

– Las universidades estatales tienen a la Contraloría y a ella se suma la Superintendencia, lo que derivará en algún minuto en un conflicto de competencias que se deberá resolver. La Superintendencia busca asegurar que las instituciones no lucren, mientras que otras que lo hacen deberán ajustarse a una norma muy restrictiva para que no haya lucro. El problema es, que la Superintendencia podrá interceder en temas académicos, como la evaluación de los estudiantes y eso coarta parte la autonomía de las instituciones.

– ¿Surge una especie de Sernac de las universidades?

– Actualmente, el Sernac tiene competencias solo en el tema de los contratos en materia educacional. Pero ahora, la Superintendencia puede tener más injerencia, como en materias académicas. Estas son instituciones gobernadas por un individuo, y si esa persona tiene mal criterio habrá muchos problemas con la autonomía.

– ¿Se deben perfeccionar las normativas de gratuidad y esta que regula el rol de la Superintendencia? 

– Siempre hay espacio para analizar las implementaciones de esta nueva institucionalidad. En el caso de la Superintendencia es un poco apresurado, ya que todavía no ha entrado en funciones, ni ha tenido actos, por lo que yo le daría un tiempo. Con el tema de la gratuidad, las instituciones ya se están enfrentando al problema de la sobreduración y se está asumiendo un costo. A esto, sumamos que se crea un incentivo para que las instituciones titulen a sus estudiantes dentro del plazo que establece la norma, por lo que el límite es peligroso.

– Algunos especialistas hablan que la existencia de esta limitante ayuda a la mejora de las carreras y el apoyo académico.

– Es muy pronto para determinar eso, las instituciones se deben dar cuenta de eso, siento que comparado con el mundo, las carreras tienen muchas asignaturas por semestre, mientras que en Europa son cinco, es cierto que tenemos sobrecarga en las mallas.

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