El estallido local del movimiento “MeToo” y las movilizaciones feministas le entregaron a la ministra una buena oportunidad para demostrar su compromiso con la agenda mujer, desde los temas de violencia de género hasta las políticas pro igualdad en el mundo laboral y la academia.
Cuando fue nombrada en el cargo de ministra de la Mujer y Equidad de Género, el nombre de Isabel Plá Jarufe generó diversos cuestionamientos, sobre todo desde el ámbito del progresismo, que veía en ella una posible amenaza. Pero el estallido local del movimiento “MeToo” y las movilizaciones feministas le entregaron una buena oportunidad para demostrar su compromiso con la agenda mujer, desde los temas de violencia de género hasta las políticas pro igualdad en el mundo laboral y la academia.
Sobre el primer punto, queda claro que la contingencia ha obligado a destinar una parte importante de los esfuerzos del ministerio a fomentar campañas que ayuden a frenar la alta tasa de femicidios y de violencia en los hogares y pololeo.
En conversación con Diario Concepción, la titular de la cartera analizó las medidas impulsadas desde su cartera, y los cambios en la sociedad que esperan conseguir con ellas. “Tenemos una hoja de ruta, que se encuentra en el programa de Gobierno que tenía algunas similitudes con el mayo feminista. Pero el año pasado convergieron mujeres de todos los sectores sociales reconociendo inequidades sociales que había que terminar”, indicó Plá.
Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá Jarufe.
-¿Pero las peticiones de estos movimientos debieron ser incluidas?
-Nosotros sumamos elementos que no estaban, como acoso sexual. En un año y dos meses de gestión hemos logrado tres leyes pro mujeres: la nueva ley que concede fuero maternal obligatoria las funcionarias de las Fuerzas Armadas, Carabineros y PDI; la ley de lactancia materna; y, en tercer lugar, la normativa que incluye en el Código Penal el acoso sexual en espacios públicos, que es un avance sustancial de cambio cultural, social y de reconocimiento, en donde a las mujeres se les ha atropellado.
-¿Bajo qué pilares va a trabajar la actual administración?
-Nuestra hoja de ruta tiene cuatro ejes, en donde hay reformas que impulsaremos en el Congreso y con políticas públicas de igualdad con derechos y deberes, porque somos iguales según la constitución, pero aún quedan espacios de desigualdad en nuestra legislación. El segundo punto se relaciona con el empoderamiento económico, ya que más de la mitad de las mujeres del país aún no tienen ingresos propios, por lo que dependen de sus esposos o familias. Es muy importante generar las condiciones para que cada día más mujeres puedan tener empleo remunerado o un emprendimiento, para esto impulsamos la reforma a la Ley de Sala Cuna, lo que mantiene bajo la barrera del 50% el empleo femenino.
-¿En esto también influye la diferencia de salarios?
-Lo que más influye en la incorporación de mujeres para el mercado laboral es el cuidado de la familia, que en Chile recae sobre las mujeres, por eso impulsamos políticas de corresponsabilidad. Lo otro, es la distinción entre empresas que tienen contratadas 20 o más mujeres que tienen la obligación de pagar la Sala Cuna o 19 o menos. Hay empresas que sólo contratan 19 mujeres y no quieren pasar esa barrera, ya que significa un costo y lo que estamos haciendo con la reforma es Sala Cuna para todos los hijos financiado con un fondo solidario por cuenta del empleador, en donde participaremos todos los trabajadores.
-¿Y la violencia en contra de la mujer?
-Ese es nuestro tercer pilar, debemos cultivar urgente una cultura de tolerancia cero en contra de las mujeres, en Chile todavía tenemos espacios de impunidad en la ley, por eso estamos impulsando una ley integral en contra la violencia que se encuentra en segundo trámite. A esto sumamos la Ley de acoso sexual en el espacio público, que también es una expresión de violencia, además de una atención integral a las víctimas de violencia y que no tienen ingresos propios.
-Una de las quejas que existen es la poca visibilidad de las mujeres expertas en áreas ¿buscan potenciar eso?
-Sí, esa es otra de nuestras áreas de trabajo, porque las mujeres estamos en todo: política, cultura, medicina, etc., pero no competimos en igualdad de condiciones. Por eso, tenemos una agenda con el Ministerio de Educación, en donde más de 20 instituciones de Educación Superior se comprometieron a tener el 40% de sus cargos académicos mujeres, y en sus ternas para rectoría haya una mujer. También firmamos un decálogo con 22 empresas mineras para que ellas también adapten sus convocatorias para las mujeres.
-¿Cuáles son los desafíos en esta materia para lo que queda de Gobierno?
-Son estos cuatro pilares, consolidar la igualdad de derechos y deberes, bajar al mínimo e instalar la cultura de tolerancia cero, cerrar las ventanas de impunidad y bajar los niveles de victimización que tienen las mujeres y finalmente subir la participación laboral femenina, cruzando largamente el umbral del 50% y que, a su vez, puedan optar a una independencia económica.