Un verdadero cisma es lo que está viviendo la iglesia evangélica en los últimos días. Tras conocerse que el obispo Eduardo Durán iniciará los trámites de divorcio, comenzaron los cuestionamientos a su figura, los que han repercutido en la arena política.
Y el mayor perjudicado ha resultado ser su hijo, el diputado Eduardo Durán (RN), quien no declaró los dineros que le entregaba su progenitor, que provendrían de los diezmos que recibe en la iglesia de Jotabeche, por lo que se decidió investigar su declaración de patrimonio.
Sobre esto, los compañeros de Durán en la bancada evangélica han sido críticos. Leonidas Romero dijo que “no le parece correcto nada de lo que está ocurriendo, la declaración de patrimonio debió ser completa” y enfatizó que la bancada evangélica ya no existe.
Francesca Muñoz, en tanto, catalogó como “vergonzoso y lamentable” lo que está ocurriendo con el obispo Durán y pidió no generalizar, pues muchos trabajan de forma desinteresada.