Política

Diego Ibáñez: “Tenemos que ser categóricos en condenar las violaciones a los DD.HH.”

La convergencia de cuatro fuerzas del Frente Amplio fijó su primer hito en Concepción con la presencia del diputado porteño del MA Diego Ibáñez, quien precisó los alcances de la “izquierda moderna” que esperan construir.

Por: Javier Cisterna 01 de Diciembre 2018
Fotografía: Agencia Uno

Como presidente de la Comisión de Zonas de Sacrificio de la Cámara, el diputado del Movimiento Autonomista (MA) por la Región de Valparaíso, Diego Ibáñez, se reunió en el Bío Bío con las agrupaciones Coronel Despierta y la Coordinadora Penco-Lirquén.

En su paso Concepción, también aprovechó de participar del primer hito de convergencia de cuatro fuerzas del Frente Amplio (MA, ND, IL y SOL), proceso de unidad que se proyecta confluya en la creación de un partido que le dé mayor volumen a la correlación de fuerzas del bloque opositor.

– ¿Qué elementos políticos llevan a la convergencia?

– Nos definimos como una izquierda moderna, para el siglo XXI, que construye en pluralidad con diversos actores sociales y que asume el desafío de dotar de conducción mediante un nuevo tipo de gobernabilidad que hace de los cargos públicos herramientas de movilización social. Creemos que el valor agregado de esta coordinación política debiese dotar al Frente Amplio de una visión a largo plazo, construyendo un modelo de desarrollo distinto, que no se base en clientelismos que nos desdibujan en relación a esa vieja izquierda que durante 25 años gobernó en nombre de ideas de justicia social, pero que concentró la riqueza.

– ¿Converger para contrarrestar la hegemonía de Revolución Democrática?

– Esta convergencia aporta a seguir manteniendo una pluralidad dentro del Frente Amplio, que es una condición para constituir cualquier gobierno en el futuro. Nosotros queremos ser gobierno en cuatro años más y hay que, hoy, sentar las bases para que ese gobierno sea defendido no sólo por un puñado de políticos, sino que también por grandes segmentos de la sociedad.

– En un principio vocerías frenteamplistas evitaron identificarse con la izquierda. ¿Es esta la izquierda sin pudor del Frente Amplio? 

– Creo que la pregunta clave es qué es la izquierda, y creo que es plenamente compatible sentirse un ciudadano de a pie y al mismo tiempo de izquierda. Lo que pretendemos no es conquistar una parte de la sociedad que se identifica sólo con nuestras ideas, lo que pretendemos es conquistar a la sociedad que cree que la política no es útil para solucionar sus problemas.

– Esta izquierda moderna que mencionas, ¿se alejará de la ola socialista que conocimos en América Latina?

– Creo que la primera ola progresista ayudó mucho a Latinoamérica a salir de situaciones particulares de desigualdad. Pero, tomando en consideración esos avances, tenemos que seguir empujando mucho más allá. Para hacerlo, hay que ser categóricos en condenar la corrupción, las violaciones a los DD.HH. y todo tipo de prácticas que no deben ser repetidas por los nuevos movimientos.

– ¿Esa lectura le faltó a la avanzada bolivariana?

– Creo que el proceso bolivariano vive una crisis de interpretación de su propia sociedad, una sociedad que avanzó en sacar a gente de la pobreza y que hoy se ha constituido como una clase media cuyas expectativas no necesariamente responden a los principios de la solidaridad y del comunitarismo, sino que más bien a principios de competencia neoliberal que desdibujaron el norte de justicia social.

– ¿Es el Frente Amplio la renovación natural de las ideas de la izquierda o social democracia chilena post Pinochet?

– La transición, cuando se recupera la democracia, desdibuja las izquierdas y las derechas, porque muchas veces a nombre de la izquierda se privatizaron derechos sociales. Es natural que la sociedad hoy no se identifique con el clivaje izquierda derecha, pero sí necesitamos politizar a esas franjas de la sociedad que hoy exigen salir a las calles para lograr dignidad.

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