Así lo definieron los plenos de las cortes de Apelaciones de Chillán y Concepción en una maratónica audiencia que se extendió por cuatro horas.
Durante la primera quincena de junio se conocerá si Marcela Cartagena, Pablo Fritz o Juan Yáñez se transforma en el nuevo Fiscal regional del Bío Bío, esto luego de la votación conjunta de los plenos de las cortes de Apelaciones de Concepción y Chillán, que se realizó ayer en el Palacio de Tribunales penquista.
La audiencia comenzó con 20 minutos de retraso, a raíz de una demora de los jueces de Chillán, en donde cada exponente tuvo 15 minutos para exponer ante los magistrados su visión del Ministerio Público y que quieren para la institución. En todas estas ponencias se mostraron a favor de realizar cambios al interior del Ministerio Público, puesto que detectaron que existen falencias en la atención de público y en la forma que tiene la institución con las víctimas. A lo anterior, sumaron la opción de reforzar y mejorar las relaciones al interior de la institución.
Tras tres horas de audiencia, el pleno deliberó y la primera mayoría la alcanzó la fiscal adjunta de Concepción, Marcela Cartagena, con 14 votos; el fiscal jefe de Chillán, Pablo Fritz, con 7 votos. La complicación vino al minuto de definir al tercer postulante de la terna, puesto que el fiscal jefe de Talcahuano, Álvaro Hermosilla, y el fiscal jefe de Coronel, Juan Yáñez, quienes obtuvieron 5 votos. Finalmente, el azar definió que Yáñez siguiera en carrera.
Más atrás quedaron el fiscal jefe de Los Ángeles, Jorge Sandoval, con 4 votos y la abogada Paula Villalobos, con solo una preferencia.
De mantenerse el resultado de la votación, Jorge Abbott podría escoger en la Región a la segunda mujer como fiscal regional, quien se podría sumar Javiera López, máxima persecutora en la Región de Arica y Parinacota.
En la audiencia estuvo presente el Fiscal Nacional, Jorge Abbott, quien declinó referirse al proceso, ya que será él quien tenga que definir el nombre. Eso sí, adelantó que analiza el futuro del caso Corpesca. “Eso tendré que resolverlo en su oportunidad, veremos si damos continuidad o lo cambiamos a otro fiscal regional. Eso depende del trabajo en equipo que haga con quienes trabajan en esa causa, hay que recordar que es un equipo mixto con miembros de Santiago y de esta fiscalía”.
Con respecto a las demoras en la investigación del caso Asipes, que también dirige Julio Contardo, Abbott, lo respaldo y dijo que en ningún caso existe riesgo en los plazos de prescripción.
Otro de los asistentes a la audiencia fue el actual fiscal regional Julio Contardo, este último se retiró sin emitir declaraciones.
Obtuvo cinco votos y entró a la terna por sorteo, tras empatar con el fiscal Álvaro Hermosilla. En su exposición, recordó su experiencia como fiscal preferente de causas de violencia rural, como fiscal jefe de Coronel y sus inicios en la Fiscalía en 2003, como fiscal jefe de Concepción. En la zona es reconocida su capacidad de trabajo, su buena relación con ambas policías, dada por su amplia experiencia en diversas fiscalías del Ministerio Público y los múltiples cursos realizados relativos al proceso penal.
Yáñez tenía experiencia previa a su ingreso al Ministerio Público, ya que fue parte del estudio de Fernando Saenger entre 1997 y 2002.
La abogada de la Pontificia Universidad Católica obtuvo el primer lugar de la votación con 14 votos.
En julio de 2003, con los inicios de la reforma, ingresó a la fiscalía local de Concepción, donde se mantiene hasta hoy.
Su fuerte es la litigación oral y en esa área realiza clases en la Escuela de Derecho de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, donde además se desempeña como profesora de Magíster en Derecho Penal. En la Fiscalía pertenece a la Unidad de Delitos contra la Propiedad.
Su postulación implicó la inhabilitación en la votación de la jueza María Leonor Sanhueza, quien es su suegra.
Siete votos obtuvo el fiscal jefe de Chillán, Pablo Fritz, con lo que aseguró su ingreso a la terna. Abogado de 52 años, de la Universidad de Concepción. Ingresó al Ministerio Público en 2001, como fiscal jefe de Cauquenes. En 2003, con el inicio de la Reforma Procesal Penal en Bío Bío, asumió como fiscal jefe de Chillán, cargo que ha desempeñado por 15 años. El año 2010 fue nombrado fiscal regional suplente y en agosto de ese año fue fiscal regional subrogante.
Su gestión en Chillán ha estado marcada por su trabajo en los delitos de narcotráfico, corrupción y crimen organizado, delitos en los que se ha especializado y representado al Ministerio Público en el extranjero.