El jefe comunal, quien también es delegado nacional de la DC, analizó el inestable presente de la Falange y los escenarios que se manejan. Anticipa que habrá un acto de desagravio y elecciones nacionales.
Relajado se le vio hoy mientras caminaba por la Plaza Condell en una pauta de conexión de wifi público. El alcalde penquista saludó a los vecinos y conversó distendido. Sin embargo, en su fuero interno, Álvaro Ortiz tiene una inquietud grande: cuál será el futuro de la DC, una colectividad de la que, por influencia de su padre, el diputado José Miguel Ortiz, se siente parte desde que tiene uso de razón.
Y no es para menos, pues la DC, hace rato en crisis, vive días clave que podrían definir su futuro o incluso ponerle la lápida. En efecto, aunque no lo reconocen abiertamente, las elecciones internas del próximo 27 de mayo tendrán para muchos un carácter fundacional para la falange.
– ¿Qué tan grande es la crisis de la DC?
– Hay una crisis general de los partidos políticos, hay unos más complicados que otros, pero yo creo que si somos capaces de manejarla podemos convertirla en una oportunidad. Tenemos una elección nacional a fines de mes y esperamos que el ganador no se lleve el partido para la casa, y que escuche a todos los sectores y todas las visiones.
– ¿En cuánto influyó en la situación actual de la DC, la determinación de ir solos en las elecciones?
– Yo creo que fue una sumatoria de cosas y la determinación de haber ido solos, fue una situación compleja. Los partidos políticos, entre otras evaluaciones, se ven por la cantidad de parlamentarios que tiene, porcentaje de votos que sacan, etc. Obviamente, quienes apoyaron la idea, y yo no estuve en ese grupo, serán ellos los que tendrán que responder a la luz de los resultados. Veo y escucho algunas declaraciones que aún no interpretan lo que ocurrió.
– La crisis de la DC, si es que hay crisis…
– Crisis de los partidos políticos, estamos en una crisis de representatividad que comenzó hace algunos años con la crisis de las desconfianzas, en donde la gente no cree en nadie, tanto en el mundo privado como público, menos en los políticos.
– ¿El problema actual de la DC comenzó con la derrota de Eduardo Frei el 2010?
– Son situaciones distintas, ya que Eduardo Frei fue el candidato de toda la concertación.
– Entonces, ¿cuándo comenzaron los problemas, al no haber acuerdos con la Nueva Mayoría?
– Es una suma de hechos, donde la última y más fuerte es cuando decidimos el camino propio, que fue la peor decisión que pudimos haber tomado. Yo estoy en la posición de construir en colectivo y no de forma individual. Nosotros tenemos un domicilio político que toda la ciudadanía conoce, nosotros somos un partido de centro izquierda, en donde el centro es la Democracia Cristiana.
– ¿Pero parece que el centro desapareció en la segunda administración de Bachelet?
– Yo no puedo hablar por lo que hizo el resto, sino que por un puñado de militantes de la Democracia Cristiana, que cree que en una alianza de centro izquierda, representamos al centro.
– Pero al centro no se le tomó mucho en cuenta, puesto que la presidenta Bachelet se fue bien para la izquierda
– Aquellos que pretenden satanizar el ser de izquierda, yo creo que no es la forma. Cuando uno habla de unidad, no necesariamente es uniformidad. La unidad para construir este país tiene que partir con aceptar su diversidad, por lo que decir que los de la derecha son unos demonios o los de la izquierda son unos demonios, nos hace caer en un profundo error.
– ¿Pactar con el Partido Comunista fue un error?
– No, porque a tus aliados los eliges, a la familia no. Tuvimos que tener razones para decidir ese pacto. No sé por qué están satanizando a la UDI o al PC, pero entiendo que la ciudadanía ya se aburrió de que los políticos busquen el pantallazo a través de la polémica y no de los aportes.
– ¿De quién está más cerca al DC, del PS y el PPD o de Evópoli y Ciudadanos?
– Yo creo que la Democracia Cristiana tiene un sentido de pertenencia propio y esta pregunta se la deberían hacer a ellos, si en Evópoli se sienten más cercanos la DC o si el PS cree estar más cerca de la DC. Nosotros tenemos la película muy clara, estamos en una alianza de centro izquierda, en donde representamos al centro.
– ¿Esperan seguir siendo el centro?
– Yo por lo menos espero seguir siéndolo, marcando énfasis en puntos donde no voy a llegar a acuerdo con el gobierno, en donde vamos a tener volver a llamar a los sectores más postergados de nuestra sociedad. A lo mejor, ahora, la clase media no se siente interpretada por la clase política.
– ¿Qué podemos esperar de la DC ahora?
– De los militantes de la DC podemos esperar un aporte para ser un partido como los años atrás. Arrancarse y abandonar el barco es una deslealtad para partido. Hay muchos que nos quedamos y tenemos que mantener la historia del partido y ver las propuestas que se harán a futuros.
– ¿Usted va por Fuad Chahín?
– No lo sé, no conozco ninguna de las propuestas de las listas concursantes. Lo que sí espero es que no sean de lote y haya ideas y propuestas.