Estuvo cuatro años en el territorio, donde aprendió a escuchar. Ex timonel del PS analizó el porqué de la derrota electoral del conglomerado opositor. “No se pensó en la mayoría” y “se actuó con egoísmo” es parte de su visión.
Humberto Toro estuvo cuatro años en la gobernación de Arauco, quizás, uno de los cargos más complejos en el Bío Bío. Y no es que no haya tenido problemas. “Al menos, estos días he podido dormir”, bromeó pocos días después de dejar el cargo.
En entrevista con Diario Concepción, reconoció que aprendió mucho siendo gobernador y, por ello, le gustaría dar charlas al respecto, pero también habló de política y de los temas que no podía abordar siendo autoridad.
Entregó su opinión de la derrota de la Nueva Mayoría en las últimas elecciones y el futuro del conglomerado.
“Lo que hicimos fue cambiar el paradigma, porque ese territorio no va a subsistir si sigue dependiendo de los aportes del Estado. Va salir adelante en la medida de que exista desarrollo económico local”, dijo de entrada.
Contó, por ejemplo, que sostuvo conversaciones, hasta altas horas de la noche, con pescadores de la zona “al alero de una buena copita de vino tinto”. Les decía que no podían permitir que pasara lo mismo que con las minas de carbón, pensando en que algún momento el producto acabará. Hoy, aseguró, algunos se han transformado en emprendedores, elaborando pescado gourmet, carnada artificial y vendiendo jibias sin intermediarios. “Es decir, pasaron de vivir del subsidio permanente del Estado a ser partícipes del desarrollo”, dijo.
Otro tema es el conflicto con los pueblos originarios. “Creo que hay una distorsión de lo que llamo la legitimidad de la demanda del pueblo mapuche”, dijo. Sostuvo que por un lado hay una lucha política y otro hay reales necesidades desde el punto de vista social.
“Hay grupos que, amparados en esa necesidad del pueblo mapuche, construían un relato y actuaban. Pero nosotros fuimos descubriendo que muchas de esos grupos escondían un delito, el robo de madera, una especie de cartel (…). Yo siempre dije que la madera no estaba saliendo de la Ruta 160. Y desde que lo denunciamos, a la fecha, los conflictos en la provincia bajaron de manera significativa”, aseguró.
Agregó que “no estoy hablando de los atentados, que es otra cosa. Lo que digo es que toma de predios, de caminos y enfrentamientos no hubo nunca más, pues las comunidades se dieron cuenta, por lo demás ellos sabían, pero necesitaban un apoyo”.
Al mismo tiempo, comentó que no es comparable el conflicto en Arauco con el de La Araucanía. En su opinión, lo que se vive en la novena región tiene que ver con un problema que se arrastra por años, con el latifundio; y lo que acontece en la provincia que encabezó, se relaciona con las forestales. De todas maneras, en ambos casos, dijo, se trata de un problema político.
– ¿Y usted cree que tenga solución?
– Siempre hay soluciones, el punto está en cómo se llega a la solución. O a través de la imposición o a través del diálogo. Si llegas con respuesta para todo, o llegas con la voluntad de escuchar. Y creo que ha faltado escuchar más.
– ¿A quién le ha faltado escuchar, a la clase política?
– A todos los que hemos tenido la oportunidad de tomar decisiones. Por ejemplo, a mí muchas veces me dicen que no entienden por qué los mapuches quieren tierras si no la trabajan. Claro, la tesis que planteé en la provincia de Arauco era que el mapa no era el territorio. Porque el mapa uno lo ve desde su perspectiva. Me explico, yo te podría decir que salió el sol, salgamos a caminar. Pero es posible, que tú me digas que te incomoda caminar bajo el sol. Es decir, lo que para mí es muy bueno, para ti no lo es. Entonces, cuando está la visión de la huinca de trabajar la tierra, obviamente que chocamos con quienes no les interesa trabajar la tierra, sino que conservarla. Y cuando tú te sientas en una mesa, buscas influir, y yo aprendí que tenía que escuchar.
“Uf”. Es lo primero que dijo Toro al ser consultado por la derrota electoral de diciembre, la misma que en su opinión se comenzó a construir hace años. “Nunca trabajamos en función de una mirada estratégica, de construcción de Estado, de buena política. Hubo un peligroso acostumbramiento a la sola necesidad de gobernar”, sostuvo.
Lo anterior, más allá del “apernamiento” que algunos dirigentes locales de la Nueva Mayoría mencionaron tras la derrota. Dijo que dejaron de confrontar ideas, de debatir, y se olvidaron que la diversidad les había dado unidad. Aseguró que los espacios que le fueron vetados a la DC, fueron a aprovechados “por la derecha”.
“Todos ayudamos a que la DC se fuera jibarizando. Nos fuimos obligando a pensar iguales y una coalición no se construye así, sino en la capacidad de comprender la diversidad. ¿Quién representó los valores que no tenemos nosotros o el PC? ¿Quién? No tuvimos a nadie. Y en vez de corrernos al centro y a la izquierda, dejamos que la derecha hiciera eso”, analizó.
Toro, que se declara “laguista”, dijo que los partidos fueron egoístas y ello se reflejó en la elección del candidato presidencial. “Se privilegió el cómo voy, o cómo voy a estar si ganamos… No se pensó en la mayoría, en el Estado, en qué deseábamos como país”, comentó.
Comentó que en el electorado “hubo duda respecto a la estabilidad del país”, la misma de la cual “debemos sentirnos orgullosos”.
Sobre al futuro, enfatizó, la unidad será clave. “Es una especie de contradicción positiva, pues la gente quiere más actores en política, pero al mismo tiempo que sean capaz de sentarse y trabajar en función de propósitos”, aseguró.