Un rechazo transversal suscitó en Ñuble la propuesta del historiador penquista Alejandro Mihovilovich, de “repatriar” los restos de Bernardo O’Higgins a Concepción o Talcahuano, para cumplir con la última voluntad del prócer.
Lo anterior bajo el argumento de que el mismo libertador pidió, en su testamento, que sus restos mortales descansaran en el lugar donde firmó la declaración de la Independencia nacional, es decir, en el sector Morrillos de Perales, en Talcahuano.
Para el historiador ñublensino Alejandro Witker, integrante del Instituto O’Higginiano, los restos del prócer deberían permanecer en Santiago.
“El tema se ha discutido en más de una oportunidad y el Gobierno chileno ha respondido que es tradición en el mundo que el prócer nacional esté en la capital, porque a él le rinden homenaje las delegaciones extranjeras. El Gobierno ya dio su opinión, no este, creo que fue el del Presidente Lagos cuando Julio San Martín planteó traer los restos de O’Higgins a Chillán Viejo”, comentó en conversación con Radio La Discusión.
Más frontal fue el historiador Juan Ignacio Basterrica, quien aseguró que “los deseos de una persona que fallece pueden ser múltiples. Además, él estaba enfermo al final de sus días. Uno puede tener muchas intenciones, muchas palabras que pueden ser tomadas de una manera o de otra, pero en definitiva el hijo, que era su familia, Demetrio, tomó la iniciativa de cambiarlo a Santiago y ahí está en una urna preciosa, digna del Padre de la Patria”.