Política

El difícil momento que vive la Nueva Mayoría de cara a la presidencial

Mientras algunos hablan del posible quiebre de la coalición y otros de una manifiesta traición del Partido Socialista a uno de sus próceres, el pacto de Gobierno entra en una fase compleja e inestable. Su continuidad, así como las primarias, está en duda.

Por: Diario Concepción 11 de Abril 2017
Fotografía: imagenPrincipal-5050.jpg

Mientras algunos hablan del posible quiebre de la coalición y otros de una manifiesta traición del Partido Socialista a uno de sus próceres, el pacto de Gobierno entra en una fase compleja e inestable. Su continuidad, así como las primarias, está en duda.

El resultado era predecible y, aunque pocos el interior del Partido Socialista lo admitían, también esperado. Luego de más de cinco meses de negociaciones, postergaciones, acusaciones cruzadas y fuertes presiones por parte de los otros sectores de la Nueva Mayoría, ayer el PS tomó una decisión y, dando un franco espaldarazo a Ricardo Lagos, se inclinó por el candidato del Partido Radical, Alejandro Guillier.

El otrora líder indiscutido del Partido Socialista, con un papel fundamental en la lucha por el retorno a la democracia, perdió el apoyo del conglomerado que en algún momento representó y, con ello, abandonó la carrera por un nuevo periodo en el sillón presidencial. Su salida, aunque para él sólo es escuchar la voz de la ciudadanía, para otros marca un antes y un después para la coalición de centro-izquierda.

En un difícil panorama político, nadando contra la corriente y con un pacto cada vez más dividido, distintas voces tanto al interior de la coalición de Gobierno como en la oposición, sostienen que la decisión del PS, más allá de darle la espalda a una de sus figuras emblemáticas, marca el fin definitivo de la Concertación y un probable quiebre en la Nueva Mayoría. Se trata de una oportunidad única que, si Sebastián Piñera logra capitalizar, podría costarle la continuidad al Gobierno hoy encabezado por Michelle Bachelet.

¿Adiós a la Nueva Mayoría?

El domingo el Comité Central del Partido Socialista resolvió, por 67 votos a favor de Alejandro Guillier y sólo 36 para Ricardo Lagos, desmarcarse de la histórica figura del ex mandatario, histórico dirigente del socialismo chileno por más de 40 años, para apoyar al senador pro Prsd, senador por Antofagasta desde 2014.

Este duro golpe a sus aspiraciones (traición para algunos, pragmatismo político en virtud de las encuestas para otros) llevaron a Ricardo Lagos a decidir dar un paso al costado, pese a que en su visita a Concepción había asegurado que ya era precandidato del PPD, y que continuaría siéndolo si el PS no lo apoyaba.

Sin embargo, el ex mandatario acusó recibo del duro golpe, y ayer por la mañana llamó a la prensa para comunicar su decisión indeclinable: renunciar a su postulación presidencial. “Los chilenos me conocen: no soy un caudillo. Sé escuchar la voz del pueblo y someterme a su veredicto”, mencionó en su discurso de despedida.

Para Andrés Cruz, abogado y asesor de Corbiobío, “la decisión que tomó el PS no se basa en ideologías o propuestas, que son lo que debiera primar en este momento. Se basa en las encuestas y en una posible alternativa que resulte más competitiva frente a Sebastián Piñera”.

Su análisis, aunque personal, es compartido por diferentes personeros que, aún perteneciendo a la coalición, y algunos incluso a la antigua Concertación, sienten que la decisión del PS la dio el tiro de gracia al pacto que, por tantos años, unió a la centroizquierda. Con las cartas sobre la mesa, pensar en el futuro de la Nueva Mayoría es cada día más complicado y, a juicio de ciertas corrientes más cercanas al centro político, imposible.

Francesca Parodi, presidenta regional de Evópoli y magister en marketing político, es bastante crítica al señalar que “los quiebres en la ex Concertación es algo a lo que nos estamos acostumbrando desde hace bastantes años en nuestra corta democracia. Siempre, cuando terminan sus gobiernos, hay un atisbo de quiebre y después vuelven a la coalición”, recordó.

Falta de representatividad

Los analistas concuerdan en que aún falta mucho para señalar si este es realmente el fin de la Nueva Mayoría, como lo planteó en su cuenta de Twitter la ex ministra DC Mariana Aylwin.

Mientras tanto, con una bomba de tiempo sobre sus bases y con sólo dos opciones presidenciales, las divisiones internas de la coalición parecen cada vez más patentes, así como la falta de un candidato que realmente represente los ideales de todo el sector.

Según indicó Cruz, esta situación es tan patente que incluso ha llevado a que ciertos sectores, más que inclinarse por las propuestas de cada candidato, lo hagan por la opción más competitiva para hacer frente a Piñera, hasta hora el que corre como “caballo ganador” a La Moneda.

Para la timonel regional de Evópoli, “esto no es falta de representatividad, sino que de discusión en torno a la idea país. Ese fue el talón de Aquiles de este Gobierno, agruparse en torno a una figura. Eso fue, finalmente, lo que los llevó al fracaso”.

En referencia a la posibilidad de que no existan primarias, tema muy mencionado durante las últimas semanas, Parodi afirma que, más importante que tener un candidato que represente al pacto, es tener uno con ideas y que esté dispuesto a debatirlas, lo que se facilita mediante la realización de la mencionada actividad. “Más que debate de ideas, esto fue ver de que candidatura nos agarramos porque está marcando más en las encuestas, lo que finalmente genera una buena campaña, pero no un buen gobierno”, añadió.

Las definiciones pendientes

El futuro del pacto se ve complicado y, mientras la centro-derecha parece tener más claro el norte respecto a sus propuestas y sus candidatos, en la Nueva Mayoría hay una sensación generalizada de extravío.

En este contexto, aunque el PS y el Prsd ya entregaron su apoyo a Alejandro Guillier, así como la DC lo hizo con Carolina Goic, aún falta que los otros sectores de la coalición definan sus candidatos. La tensión aumenta cuando se toma en cuenta que, por ejemplo, el PC ya inició conversaciones con el PRO.

“La Nueva Mayoría está pasando por un momento de crisis en el que necesitan tomar definiciones. La decisión del PS, aunque no le está regalando el triunfo a Piñera, si los pone en una posición complicada pues da pie a una serie de debates internos que podrían derivar en el quiebre de la coalición. Hay que ver la decisión que toman los partidos faltantes y, por ahora, dejar tranquilo al PPD”, señaló Cruz.

Lejos de preocuparse por lo que digan los análisis, lo importante ahora para el pacto es definir sus prioridades y arreglar las diferencias internas. Si no son capaces de hacerlo podrían perder no sólo el sillón presidencial, sino que también los ideales que, desde 1988, han intentado representar.

Etiquetas